domingo, 24 de noviembre de 2013

VÍA CRUCIS DEL AÑO DE LA FE

El Señor vestido de blanco saliendo de la Parroquia

Los niños han protagonizado la lectura del Via Crucis 

Un acompañamiento multitudinario

El sol nos regaló bellas instantáneas del señor del Miércoles Santo

Lectura de una de las Estaciones

 
Altar de la Hdad. de San Juan con su titular de la Semana Santa Chiquita

El Cristo camina humilde por la calle Alta

Los niños participan en el acto

 
De vuelta por la calle Nueva

Detalle de altar de la Hdad. de la Magdalena

Silueta del Señor

Detalle del Altar de Ntra. Sra de la Soledad.

Detras del paso del Señor adornado con flores blancas

Costaleros de la Hdad. de la Humildad

La Hermandad y la Parroquia quieren agradecer a todas las personas que nos han acompañado multitudinariamente en la mañana de hoy en el rezo del Santo Vía Crucis.


Agradece de corazón a todos aquellos que han ofrecido al Señor los alimentos no perecederos que se destinarán a Cáritas Parroquial y que estarán en la mesa de aquellos vecinos que pasan necesidades.

También da la gracias a las diferentes Hermandades que han colaborado montando los altares que han ilustrado el paso del Vía Crucis. Gracias a los Catequistas y padres que han hecho posible este acto que cierra el Año de la Fe.


Fotografías de Álvaro Horcas y Hermandad Humildad

sábado, 23 de noviembre de 2013

UN REY DIFERENTE


Comentario homilético del Domingo 24 de Noviembre de 2013. 34 Tiempo Ordinario C

“Hueso y carne tuya somos”. Con estas palabras se dirigen las tribus de Israel a David. Con ellas le anuncian que lo han elegido como rey. Y justifican su decisión, afirmando la comunión de origen y de destino que los unen al que ya reina en Hebrón (2Sam 5, 1-3).

Los enviados le ofrecen el reino con la esperanza de que logre reunir a todas las tribus. Su decisión se apoya, además, en la palabra que Dios mismo había dirigido a David: “Tú serás el pastor de mi pueblo, Israel, tú serás el jefe de Israel”.

Pero en el texto hay un tercer motivo. David ofrece un pacto a los representantes del pueblo. Evidentemente, el relato trata de sugerir que ese gesto del elegido como rey retoma y hace suyo el pacto que el Señor ha hecho con su pueblo.

LA TENTACIÓN

Algún novelista ha escrito sobre la última tentación de Jesús. Según el evangelio, esa tentación no es precisamente la del placer. Tampoco es la tentación del tener. La última tentación del Mesías es la del poder. No tanto el dominio político como el poder bajar de la cruz (Lc 23, 35-43). Entre burlas y chanzas, los que le rodean se convierten en tentadores.

-  En primer lugar, hablan las autoridades y el pueblo, que parecen desconfiar de las pretensiones mesianicas de Jesús: “A otros ha salvado: Que se salve a sí mismo, si él es el mesías de Dios, el Elegido”.

- En segundo lugar, hablan los soldados. Son extranjeros y seguramente paganos. Su burla no tiene un sentido religioso sino político.  Ofreciéndole vinagre, parecen desafiarle: “Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo”.

- En tercer lugar, resuena en la escena el sarcasmo de uno de los malhechores colgados con Él. Si pretende que Jesús baje de la cruz es con el deseo de ser liberado también él de ese suplicio: “¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros”.

La cruz es un desafío para las gentes de todos los tiempos. La fe, la política y el interés se unirán siempre para pretender que Jesús baje de la cruz. Y para obligar a los cristianos a que presenten una fe sin referencia a la cruz.

EL PARAÍSO

Pero Jesús no bajó de la cruz. Entre la burla y la ironía, Pilató mandó escribir sobre ella: “Jesús Nazareno, Rey de los Judíos”. Y desde ella reina el Mesías de Dios. En torno a la cátedra de la cruz se desarrolla el último diálogo del Maestro con su último discípulo:

• “Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino”. En la súplica del ladrón arrepentido resuena el Antiguo Testamento. En la fe de este malhechor se manifiesta la esperanza del Reino de Dios. Él lo ve llegar en Jesús, el Justo crucificado junto a él. Su oración se hace eco de los que durante siglos pedían a Dios que se acordase de ellos.

• “Te lo aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso”. La respuesta de Jesús refleja la gran certeza que abre el Nuevo Testamento: el Reino de Dios ha llegado ya. Ese Reino evoca la armonía del paraíso primordial. Y Jesús, el Justo injustamente ajusticiado, es el nuevo Adán de una nueva creación. Es el Rey que reina desde la cruz.

- Señor Jesús, que tu cruz nos lleve a recordar tu señorío sobre el mal y a celebrar la salvación que nos libera de él. Y que tu mensaje y tu ejemplo de vida nos ayuden a reformar nuestra vida y las estructuras de nuestra sociedad. Porque tuyo es el Reino, tuyo el poder y la gloria por los siglos de los siglos. Amén.


D. José-Román Flecha Andrés

domingo, 17 de noviembre de 2013

VÍA CRUCIS DEL SEÑOR DE LA HUMILDAD


Con motivo de la FESTIVIDAD DE CRISTO REY y como CLAUSURA DEL AÑO DE LA FE la Hermandad  ha decidido que el Señor de la Humildad hará VIA CRUCIS el próximo domingo 24  de noviembre a las 11 de la mañana

OFRENDA DE PRODUCTOS NO PERECEDEROS AL SEÑOR DE LA HUMILDAD
VÍA CRUCIS Y SANTA MISA

TIEMPO DEL JUICIO


Domingo 17 de Noviembre de 2013. 33 del Tiempo Ordinario C

“Mirad que llega el día, ardiente como un horno”. Con estas palabras anuncia el profeta Malaquías la llegada del día del Señor. El día del Señor significa en el lenguaje de los profetas la revelación de Dios y también la manifestacion de su justicia. Sería un día de condena para los malvados y un día de salvación para los que honran el nombre del Señor (Mal 3, 19-20).

A primera vista, este anuncio de un día de revisión de la historia humana resulta bastante extraño para la mentalidad de nuestra sociedad secular. Y, sin embargo, en su encíclica sobre la esperanza, el papa Benedicto XXI ha afirmado que la meditación sobre el juicio es una de las escuelas de la esperanza.

También la filosofía moderna se subleva ante el espectáculo del holocausto y de los grandes genocidios. No se puede igualar la suerte del justo con la del malvado. Las canalladas desencadenadas por los sistemas de opresión no pueden quedar impunes. Nuestra razón nos impulsa a aguardar una justicia que no premie las grandes tiranías de la historia.

TIEMPO DEL DISCERNIMIENTO

También el evangelio de hoy nos invita a levantar nuestra vista para mirar al futuro (Lc 21, 5-19). No es el anuncio de la cercanía del fin del mundo. Es una exhortación a vivir el presente con ojos abiertos. Este no es tiempo para el temor sino para el discernimiento. Al menos tres contraposiciones resultan especialmente llamativas en el texto.

-  En primer lugar, se confronta la mirada de “algunos” con la de  Jesús. Mientras ellos sólo ven la belleza del templo, Jesús descubre con realismo su debilidad. Sólo Dios es el Absoluto. Todo lo demás es relativo, incluidas nuestras estructuras sociales y religiosas.

- En segundo lugar, se confronta el mensaje de los falsos profetas con el de Jesús. Son “muchos” los farsantes que usurpan el nombre y la dignidad de Jesús, diciendo “Yo soy”. Pero sólo él es la verdad y el humilde pregonero de la verdad.

- En tercer lugar, resuenan dos terminantes prohibiciones de Jesús. El que había llamado a sus discípulos diciendo: “Sígueme”, dice ahora con firmeza: “No vayáis tras ellos”. El que siempre ha exhortado a sus discípulos  a confiar en él, les dice ahora: “No tengáis pánico”.

TIEMPO DEL TESTIMONIO

Jesús no nos invita al optimismo, sino a la esperanza. Nos espera la persecución, aun por parte de los más cercanos. Jesús no anuncia el fin del mundo. Pero sí anuncia el fin de las relaciones y de las fidelidades. Y hasta el fin de nuestros proyectos y nuestra propia vida.

• “Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas”. La esperanza desencadena en nosotros una fuerza imparable. La fuerza que se traduce en paciencia y tenacidad, en compromiso con nuestro mundo y en responsabilidad en nuestro trabajo.

• “Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas”. Habrá tiempos recios y momentos de crisis. La esperanza que el Señor espera de nosotros nos lleva a permanecer fieles a su llamada y a dar testimonio de su presencia en nuestro propio ambiente.

• “Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas”. En tiempos de barbarie, de frívola comodidad y de nauseabunda apatía no podemos vender  nuestra alma. No podemos dejarnos arrebatar el tesoro de humanidad que Dios nos ha confiado.

- Señor Jesús, La fe nos lleva a aguardar tu venida. Que la esperanza de tu manifestación nos ayude a dar testimonio de tu vida y de tu mensaje, de tus promesas y de tu gracia. Amén.

- Padre nuestro que estás en el cielo, tú conoces nuestro amor a la vida y nuestro anhelo de vivir para siempre. En tí esperamos y en tu amor confiamos. Adoctrinados por Jesús, en tus manos encomendamos nuestro espíritu. Amén.


D. José-Román Flecha Andrés

viernes, 15 de noviembre de 2013

EL ROCÍO DE LA FE EN CÓRDOBA


ESTARÁN PRESENTES EN EL ACONTECIMIENTO LOS COROS ROCIEROS "ALBOREÁ" Y "PAZ Y ESPERANZA" Y EL INFANTIL "SEMILLA ROCIERA" DE VILLA DEL RÍO

Hoy, a las cuatro y media de la tarde tendrá lugar el Solemne Pontifical con motivo del Año de la Fe de las Hermandades del Rocío de Córdoba y provincia. El Simpecao de Almonte presidirá el altar de las Tendillas e intervendrá el grupo de tamborileros abriendo la procesión magna rociera.

Tras la huella de la Magna Cofrade se espera gran afluencia de público. Durante el recorrido Hermandades de Gloria  y Penitenciales de Córdoba montarán altares que representarán los Misterios del Rosario.

Villa del Río se hará presente en las voces de sus tres coros que intervendrán durante el recorrido.

martes, 12 de noviembre de 2013

DIOS DE VIVOS


Domingo 10  de noviembre de 2013. 32 del Tiempo Ordinario C.

“Vale la pena morir a manos de los hombres cuando se espera que Dios mismo nos resucitará”. Estas palabras que se proclaman en la primera lectura de la misa de hoy (2 Mac 7, 1-2. 9-14) son una auténtica confesión de fe. Son pronunciadas por uno de los jóvenes macabeos que fueron martirizados por Antíoco IV Epífanes por negarse a abandonar su fe.

Estas palabras son interesantes desde el punto de vísta de la ética social. Podrían ser invocadas hoy para resumir nuestras convicciones sobre la libertad religiosa. Nadie puede ser obligado a creer y a practicar una religión. Pero nadie ha de ser obligado a renegar de su fe y abandonar sus prácticas religiosas o los símbolos que las recogen y significan.

Pero, además, estas palabras son importantes desde el punto de vista del contenido mismo de la fe. El pueblo de Israel pensó durante mucho tiempo que el camino de la persona termina con la muerte. Muy lentamente se fue abriendo paso la admisión de la justicia de Dios en el más allá y la creencia en la resurrección.

La afirmación de la resurrección de los muertos adquiere su firmeza en una época de persecución. A los que han dado la última prueba de su fidelidad, Dios no puede menos de mostrarse fiel. Él no puede ser menos generoso que el hombre. A quien ha entregado la vida por Él, Dios le devolverá una vida resucitada.

VIDA TEMPORAL Y VIDA ETERNA

Pues bien, el evangelio recuerda la pregunta que dirigen a Jesús los saduceos, tan vinculados al culto en el Templo de Jerusalén. Cuentan a Jesús una inverosímil historia que nos recuerda la que se nos narra a propósito de Sara, la esposa de Tobías (Tob 7,11) y la prescripción de la ley del Levirato (Deut 25,5).

En la mente de los saduceos, la fe en la resurrección futura es ya una complicación para la vida presente. Si es que existe la resurrección, cuando vuelvan a la vida sus siete maridos, ¿de quién será esposa la mujer que se fue casando sucesivamente con todos ellos? Esa es la pregunta. La respuesta de Jesús contrapone la vida temporal y la vida eterna.

El matrimonio y la reproducción de la vida reflejan la necesidad impuesta por la muerte. Pero la vida futura, libre ya de la muerte, no impone la necesidad del matrimonio. En la respuesta de Jesús sobresale, por tanto, el mensaje de la fe. Los que sean dignos de la vida eterna son como ángeles: son hijos de Dios y participan en la resurrección.

AMOR Y CONFIANZA

Es interesante ver cómo el evangelio fundamenta la fe en la resurreccion sobre la revelacion de Dios a Moisés. El guía de Israel lo ha percibido como el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob”. En ese contexto se sitúan las palabras con las que concluye Jesús su respuesta.

• “No es Dios de muertos, sino de vivos”. La suerte del hombre depende de la afirmación de Dios. La pregunta sobre el ser humano y su destino difícilmente encontrará respuesta si se ignora a Dios. Dios nos ha creado para la vida. Para la vida que brota de él y que culminá en él.

• “Para Dios todos están vivos”. Cuando amamos a una persona querríamos mantenerla en vida. Hasta los ritos funerarios reflejan este anhelo. Pero lo que es imposible para el hombre es posible para Dios. Dios es amor. Y el amor es más fuerte que la muerte. Dios nos ha creado por amor y su amor nos mantiene en vida para siempre junto a Él.

- Padre nuestro que estás en el cielo, tú conoces nuestro amor a la vida y nuestro anhelo de vivir para siempre. En tí esperamos y en tu amor confiamos. Adoctrinados por Jesús, en tus manos encomendamos nuestro espíritu. Amén.

D. José-Román Flecha Andrés

sábado, 2 de noviembre de 2013

CONVERSIÓN Y SALVACIÓN

Comentario homilético Domingo 3 de Noviembre de 2013. 31 Tiempo Ordinario C.

“Te compadeces de todos, porque todo lo puedes, cierras los ojos a los pecados de los hombres, para que se arrepientan… A todos perdonas, porque son tuyos, Señor, amigo de la vida”. El autor del libro de la Sabiduría sabe que el Señor nos recuerda nuestro pecado, no para avergonzarnos sino para que nos convirtamos a Él.   (Sab 11, 22-12,2).

Es importante subrayar las dos caras de la moneda. En primer lugar, desconfiar de la misericordia y del perdón de Dios sería una señal de que no lo conocemos bien. Su poder no se manifiesta en el rechazo, sino en el perdón. Él no odia nada de lo que ha creado. Y menos puede odiar al ser humano, al que ha creado a su imagen.

En segundo lugar, confiar en el perdón de Dios no puede hacernos olvidar la gravedad del pecado. Esta dramática realidad no puede ser trivializada. El pecado es nuestra propia ruina. Por eso, el Dios que nos ama nos corrige poco a poco, nos recuerda nuestra falta y nos reprende para que nos convirtamos a él.

TRES MOMENTOS Y UN CAMINO

El evangelio según San Lucas presta una atención especial a los pobres y al dinero. En el evangelio que hoy se proclama aparece la figura de Zaqueo, jefe de los cobradores de impuestos y rico (Lc 19, 1-10). El primer acto nos dice que desea ver a Jesús que llega a la ciudad de Jericó. Pero su baja estatura le impide descubrirlo por encima de la multitud.

El segundo acto se desarrolla posiblemente a la entrada de la ciudad. Para superar la dificultad, Zaqueo se adelanta a la gente y sube a un sicómoro, una especie de higuera de madera incorruptible. Seguramente se cree protegido por las hojas de aquel árbol, como lo creía Adán. Pero Jesús lo descubre y se invita a alojarse en la casa.

El tercer acto del relato nos lleva a la casa de Zaqueo. La alegre acogida que presta al Maestro suscita la murmuración de algunos. Pero Zaqueo se sitúa por encima de las críticas.  Reconoce en público su pecado, promete compartir sus bienes con los pobres y restituir cuatro veces más de lo que ha podido adquirir injustamente.

Este relato es un resumen del evangelio. Los pasos de Zaqueo son los mismos que ha de recorrer el creyente en el camino de la fe y la conversión: desear encontrarse con Jesús, acogerlo en la propia casa, confesar el propio pecado y prometer un futuro de generosidad.

TRES REVELACIONES

Pero junto a estos momentos, el texto evangélico recoge tres declaraciones de Jesús en casa de Zaqueo que resumen la misión del Mesías:

• “Hoy ha sido la salvación de esta casa”. Jesús es el Salvador. Con ese nombre lo había anunciado el evangelio de Lucas (Lc 1,31).  Jesús no desprecia el mal ni quita importancia al pecado de injusticia que haya podido cometer Zaqueo. Pero no llega a la casa del pecador para reprenderle sino para traerle la salvación.

• “También éste es hijo de Abrahán”.  El mismo evangelio de Lucas ha dicho que, tras su muerte, el pobre Lázaro es acogido en la compañía de Abrahán (Lc 16,22). Por su conversión, también el rico Zaqueo forma parte de la familia espiritual de Abrahán, el padre de los creyentes.

• “El Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido”. Evocando una oveja, una moneda y un hijo que se va de casa, el evangelio de Lucas ha recogido las tres parábolas de las pérdidas, la búsqueda y el hallazgo (Lc 15). Ahora sabemos que la búsqueda del hombre perdido resume la misión misma de Jesús.

- Señor Jesús, tú conoces nuestra historia y el fondo de nuestra conciencia. Ayúdanos a salir a tu encuentro y acogerte con alegría. Acepta nuestra humilde confesión y danos el gozo de la salvación que tan generosamente nos concedes. Amén.


D. José-Román Flecha Andrés

viernes, 1 de noviembre de 2013

SOLEMNIDAD DE LOS FIELES DIFUNTOS


SALMO 129
Desde lo hondo a ti grito, Señor. 

Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica.

Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto.

Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora.

Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora;
porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y él redimirá a Israel
de todos sus delitos.