martes, 22 de julio de 2014

FESTIVIDAD DE SANTA MARÍA MAGDALENA



El pasado domingo la Hermandad de Santa María Magdalena celebró la Santa Misa y Besamanos con motivo de la Festividad de su titular.


Tras la Eucaristía se hizo reconocimiento a la Familia Servando por su indiscutible labor en esta corporación y cariño a la Santa a lo largo de la historia de la Cofradía.


Momento del Besamanos a la Santa.

domingo, 20 de julio de 2014

LA CIZAÑA, EL MAL Y LOS MALOS


Homilía para Domingo 20 de Julio de 2014. 16 del Tiempo Ordinario, A.

“Tú, poderosos soberano, juzgas con moderación y nos gobiernas con gran indulgencia, porque puedes hacer cuanto quieres”. Esta oración se encuentra en el texto del libro de la Sabiduría que hoy se proclama en la celebración de la Eucaristía (Sap 12, 13.16-19).

Nos llama la atención la compasión de un Dios que puede hacer cuanto quiere. Entre nosotros, quien pretende ostentar el poder, se siente autorizado a juzgar con altanería a los demás. Una actitud muy lejana al comportamiento de Dios.

El texto extrae una doble lección moral: “Obrando así enseñaste a tu pueblo que el justo debe ser humano, y diste a tus hijos la dulce esperanza de que, en el pecado, das lugar al arrepentimiento”. El proceder de Dios nos revela su corazón y puede enderezar el nuestro.

CLARIDAD Y PACIENCIA

Es un mal tratar de exterminar a los malos. El sueño utópico de la limpieza universal es admirable, pero peligroso. En las comunidades cristianas primitivas hubo quien pretendía que sólo los intachables podrían formar parte de las mismas. En ese contexto había que recordar la parábola evangélica del trigo y la cizaña.

Algunos criados sugieren a su amo la necesidad de arrancar inmediatamente la cizaña. Pero el amo teme que al arrancar la cizaña arranquen también el trigo. No es fácil controlar a los controladores. Así que es preferible que el trigo y la cizaña crezcan juntos  hasta el tiempo de la siega (Mt 13, 24-43). Hace falta un poco de paciencia.

La parábola no da la razón a los intransigentes, que quisieran terminar inmediatamente con el mal. Pero tampoco se la da a los indiferentes, que ya no ven una distinción entre el bien y el mal. A unos y otros nos enseña que no somos los jueces definitivos de la historia. Hace falta mucha claridad para distinguir el bien y el mal.

JUNTOS HASTA LA SIEGA

“Dejadlos creced juntos hasta la siega”. Esta advertencia del dueño del sembrado se refiere al trigo y la cizaña. Junto han de llegar al juicio de Dios. Entonces,  “los justos brillarán como el sol en el reino de los cielos”, como termina diciendo Jesús.

• “Dejadlos creced juntos hasta la siega”. No tienen razón los indiferentes. El bien y el mal no se confunden.  La cizaña no se convierte en trigo porque le cambiemos de nombre o porque las leyes le concedan un lugar en la sociedad. La realidad es más terca que nuestras etiquetas.

• “Dejadlos creced juntos hasta la siega”. Pero nuestras etiquetas no nos dan derecho a destruir la realidad. Porque nuestros juicios son provisionales e inciertos. Todos podemos equivocarnos y arrancar el bien cuando pretendemos arrancar el mal.

- Señor Dios, que sembraste buena semilla en tu campo, ayúdanos a dar el fruto bueno que esperas de nosotros. Ten misericordia de nosotros y enséñanos a juzgar con misericordia a todos nuestros hermanos. Amén.


José-Román Flecha Andrés

miércoles, 16 de julio de 2014

FESTIVIDAD DEL CARMEN


Ntra. Madre María Stma. del Carmen de la Iglesia Parroquial del Villa del Río
Autor anónimo. S.XVIII.

¡Ruega por nosotros¡

domingo, 13 de julio de 2014

LA REINA DEL CARMEN YA ESTÁ EN EL ALTAR MAYOR


Mañana comienza el Triduo en Honor a la "Reina del Sagrario"

LA LLUVIA Y LA PALABRA


Homilía para el Domingo 13 de Julio de 2014. 15 del Tiempo Ordinario, A.

La lluvia y la nieve bajan de los cielos, empapan la tierra, la fecundan y la hacen germinar. Gracias a la lluvia puede comer el sembrador. Un pueblo que vivía del campo podía entender estas imágenes que se encuentran en el libro de Isaías (Is 55, 10-11).

Pero el profeta no se limitaba a evocar la experiencia del labrador. La lluvia y la nieve eran para él la imagen más clara de la palabra de Dios. Sin ella no habrá una buena cosecha. El Papa Francisco ha escrito que no sabemos, dónde ni cuándo ni cómo dará fruto.

Pero en el texto del profeta escuchamos la promesa del mismo Dios: “La palabra que sale de mi boca no volverá a mí vacía, sino que hará mi voluntad y cumplirá mi encargo”. No es una obra de magia. La palabra de Dios requiere una cogida cordial por nuestra parte.

LA NOTICIA Y EL AVISO

“Salió el sembrador a sembrar…” (Mt 13, 1-23). La parábola evangélica del sembrador es conocida por todos los cristianos.  Es verdad que muchos nos fijamos en la segunda parte. En ella se evocan las condiciones,  los vicios y las virtudes de los oyentes de la palabra de Dios, para tratar de explicar el fracaso o el éxito de la predicación.

Pero en la primera parte de la parábola Jesús no habla tanto del sembrado como del sembrador. Se insiste en la fe del sembrador, en su confianza, en su esperanza. Esparce la semilla generosamente, en todo terreno y con igual dedicación.  El buen sembrador es Dios.

La primera parte de la parábola es una buena noticia para los desesperanzados de esta tierra. Se nos anuncia que Dios tiene un proyecto sobre el mundo y sobre la evangelización y que está decidido a sacarlo adelante a pesar de las dificultades.

La segunda parte es un aviso a los presuntuosos: Si el proyecto de Dios se retrasa no es por culpa suya o por la mala calidad de la semilla sino por el rechazo humano.  La primera parte invita a la gratitud; la segunda a la responsabilidad.

OJOS Y OÍDOS

Entre la parábola del sembrador y su comentario alegórico encontramos una bienaventuranza: “¡Dichosos vuestros ojos porque ven y vuestros oídos porque oyen!”.

• Esta frase resume todas las bienaventuranzas de Jesús. La dicha verdadera brota de la aceptación incondicional a su palabra. Una aceptación que pasa por los sentidos corporales. Es preciso ver y oír. La salvación no nace de una idea abstracta, sino del encuentro con una persona que se dirige a nosotros.

• Pero esta bienaventuranza no se limita a los cristianos: es una oferta dirigida a toda persona. Todos hemos de dar fruto en la vida. Para ello tendremos que descubrir el valor positivo del mundo y de la vida. Y tendremos que confiar en la siembra, porque sabemos y creemos que existe un Sembrador.


- Padre nuestro, que por Jesucristo derramas sobre nosotros la semilla de tu palabra, ayúdanos a acogerla de verdad, para que produzca frutos de buenas obras para tu gloria y nuestra paz. Amén.

domingo, 6 de julio de 2014

EL YUGO DE JESÚS



Homilía para el Domingo 6  de Julio de 2014. 14 del Tiempo Ordinario. A.

“Mira a tu rey, que viene a ti justo y victorioso, modesto y cabalgando en un asno, en un pollino de borrica” (Zac 9,9). Con estas palabras se dirige el profeta Zacarías a la ciudad de Jerusalén. La exhorta a alegrarse y cantar porque se acerca el Mesías del Señor.

Eran muchos los que esperaban la llegada de un Mesías poderoso. Lo imaginaban como un fuerte guerrero. Suponían que había de devolver al pueblo el fulgurante esplendor de los tiempos pasados del reinado de David y Salomón.

El profeta retoma aquellas expectativas. El Mesías que él promete  extenderá su dominio desde el río Éufrates hasta las costas del Mediterráneo. Pero Zacarías anuncia que ese nuevo rey entrará en su ciudad con un talante que denota humildad y un deseo de paz.

 EL MESÍAS Y SU GENTE

El evangelio que hoy se proclama (Mt 11, 25-30) contiene un texto que suele ser definido como “el Magníficat de Jesús”. Es un breve poema que parece reproducir el canto de María de Nazaret: “Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y las has revelado a la gente sencilla”.

En las palabras de Jesús se revela una línea vertical y otra horizontal. Por una parte, Jesús mira a Dios, al que reconoce como Creador y como Padre. Y por la otra, Jesús vuelve sus ojos a las multitudes cansadas que le siguen y a los discípulos que él ha elegido.

A la imagen de un Mesías que cabalga sobre un pollino corresponde  esta atención que Jesús dispensa a los más sencillos y marginados. En realidad, el Evangelio retoma la profecía y la supera de forma inesperada.

EL DESCANSO

El Mesías Jesús no pretende arrogarse ningún mérito. Pero su ejemplo ha de ser la orientación de sus discípulos:  “Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso” (Mt 11,29).

• “Cargad con mi yugo y aprended de mí”. El yugo era un balancín que ayudaba a las gentes a llevar los pesos. El yugo de Jesús no es una carga insoportable, sino que nos ayuda a llevar nuestras cargas.

• “Soy manso y humilde de corazón”.  La mansedumbre y la humildad revelan la honda verdad del ser humano. Nadie es más por gritar más. Jesús es modelo de vida y de armonía.

• “Encontraréis vuestro descanso”.  Hay descansos costosos y exclusivos para gentes adineradas. Pero el verdadero descanso brota de un corazón sencillo y humilde.

- Señor Jesús, tu oración nos lleva a descubrir el rostro de tu Padre, el carácter de tu misión y nuestra verdad más profunda: esa que se resumen en la mansedumbre y la humildad. Bendito seas. Amén.


José-Román Flecha Andrés