lunes, 27 de noviembre de 2017
domingo, 26 de noviembre de 2017
ASÍ FUE CRISTO REY EN LA PARROQUIA
Esta mañana nuestra Parroquia se llenaba de la belleza de Ntro. Señor, que aparecía radiante en el altar mayor con la túnica Franciscana para celebrar la Solemnidad de Cristo Rey del Universo.
Los niños y asistentes han vivido una Eucaristía donde el principal mensaje ha sido el de "amar al prójimo", estuvo llena de simbolismo; principalmente en las ofrendas y en la acción de gracias.
La Hermandad agradece la participación en esta celebración al grupo de catequistas y a todas aquellas personas que han hecho posible la ofrenda de productos no perecederos destinados a Cáritas.
Para finalizar, el Señor ha estado expuesto en Sagrado Besamanos.
sábado, 25 de noviembre de 2017
EL REY PASTOR
Reflexión homilética para el Domingo 26 de Noviembre de 2017.
Solemnidad de Cristo Rey del Universo. 34 del Tiempo Ordinario, A,
“Yo mismo en persona buscaré a
mis ovejas siguiendo su rastro”. Así comienza el texto del profeta Ezequiel que
se lee en esta fiesta de Jesucristo, Rey del Universo. Nos es bien conocida
esta imagen del buen Pastor, que el profeta atribuye al mismo Dios.
Pero hay momentos en la vida en
los que leemos estas palabras desde una nueva experiencia. Y comprendemos que
esta afirmación del Pastor no es gratuita ni retórica. No es una poesía
estéril. Esa profecía me atañe a mí personalmente. Dios me ha estado buscando
siempre, “siguiendo mi rastro” con tanta paciencia como esperanza.
Por eso, con el salmo
responsorial puedo hoy afirmar con tanta certeza como humildad: “El Señor es mi
pastor, nada me falta” (Sal 22,1).
Pero el Pastor no sólo nos
alimenta. Da la vida por nosotros y nos da la vida verdadera. Como escribía san
Pablo, si por Adán hemos muerto todos, por Cristo todos volveremos a la vida
(1Cor 15,22).
DOS SENTENCIAS
En este último domingo del año
litúrgico, se proclama la tercera de las parábolas de la esperanza, que
contiene el capítulo 25 del evangelio de Mateo. Jesús compara al Hijo del
hombre con un pastor que separa las ovejas de las cabras (Mt 25,31-46).
La escena del juicio sobre la
humanidad contrapone dos sentencias definitivas que ha de pronunciar el Señor
de la historia. La primera evoca el tono amable de la acogida: “Venid, benditos
de mi Padre”. La segunda resuena con la fuerza terrible del rechazo: “Apartaos
de mi, malditos”.
Instintivamente, todos nos
colocamos en el bando de los corderos que reciben atención y recompensa por las
buenas acciones realizadas al menos alguna vez. Pero, a lo largo de la vida,
raras veces pensamos que podemos ser condenados por nuestra indiferencia ante
las necesidades de los demás.
PREGUNTA Y RESPUESTA
El criterio para ese
discernimiento final no será lo que hemos dicho o escrito. Ese diálogo entre
los hombres y el Señor no solo orienta nuestro definitivo examen de conciencia
sino también la última de las revelaciones de su identidad.
“Señor, ¿cuándo te vimos con
hambre y te alimentamos?” A la asombrada pregunta de los que se han entregado
por los más abandonados, responde el gran Abandonado: “Lo que hicisteis con mis
hermanos, lo hicisteis conmigo”.
“Señor, ¿cuándo te vimos con
hambre o con sed… y no te asistimos?” A la escandalizada pregunta de los que
han vivido solo para sí mismos, responde el gran Marginado: “Lo que no
hicisteis con los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo.
En el examen final el Señor solo
tendrá en cuenta nuestra actitud y nuestro compromiso activo a favor de
nuestros hermanos. Y, por cierto, al juicio no serán convocados solo los
discípulos de Jesucristo. Creyentes y no creyentes, creyentes no practicantes y
practicantes no creyentes, todos seremos examinados de igual manera.
Señor Jesús, sabemos que la
meditación sobre el juicio último es una de las escuelas para aprender y vivir
la esperanza. No permitas que olvidemos la tarea sobre la cual seremos
examinados. Amén.
D. José-Román Flecha Andrés
jueves, 23 de noviembre de 2017
miércoles, 22 de noviembre de 2017
SEÑOR DE MI VIDA
Día tras día, Señor
de mi vida,
¿te podré mirar,
Señor, frente a frente?
En este presuroso
mundo tuyo
hirviente de luchas y
fatigas,
entre las presurosas
muchedumbres,
¿Te podré mirar
frente a frente?
Cuando mi obra haya
sido cumplida en este mundo,
Rey de reyes,
¿Te podré mirar
frente a frente?
Rabindranach Tagore.
"Ofrenda lírica"
lunes, 20 de noviembre de 2017
CULTOS DE NOVIEMBRE A LA SOLEDAD
Ayer tarde la Hermandad de la Soledad llenó la Parroquia con la belleza de su titular. Se celebró la Eucaristía, el rezo del Santo Rosario y Besamanos en memoria de los Fieles Difuntos. En los últimos años esta Cofradía viene apostando por estos cultos en el mes de Noviembre.
La Dolorosa de Cerrillo presidió el altar mayor, luciendo una de las piezas más importantes de bordado de la localidad, su manto de salida.
viernes, 17 de noviembre de 2017
LOS TALENTOS
Reflexión homilética para el Domingo 19 de Noviembre de 2017. 33 del Tiempo Ordinario, A.
“Una mujer hacendosa, ¿quién la
hallará? Vale mucho más que las perlas… Cantadle por el éxito de su trabajo,
que sus obras la alaben en la plaza” (Pro 31,10.31). He ahí el principio y la
conclusión de ese espléndido himno que encontramos en el libro de los
Proverbios.
Algunos estudiosos sugieren que
puede ser un himno a la sabiduría personificada. Gracias a ella se mantiene en
pie la familia y vive en armonía toda la sociedad. Pero la imagen empleada
contiene un elogio a la mujer hacendosa. Sostiene su hogar con su trabajo,
atiende a su familia y, además, se muestra compasiva con los pobres y los
necesitados.
La imagen ideal de la familia
reaparece en el salmo responsorial. Precisamente este salmo 128 (127) ha sido
glosado por el papa Francisco en su exhortación Amoris laetitia.
En este penúltimo domingo del año
litúrgico es muy oportuna la lectura en la que Pablo pide a los Tesalonicenses
que vivan en la luz y estén siempre preparados para el “Día del Señor”, que
llegará como un ladrón en la noche (1Tes 5,1-6).
EL ENCARGO Y EL JUICIO
Como sabemos, en el capítulo 25 del
evangelio de Mateo encontramos tres parábolas sobre la esperanza. Tras la
parábola de las diez doncellas invitadas a la boda, se incluye la de los
talentos que, antes de irse de viaje, un hombre entrega a sus siervos, con el
encargo de que negocien con ellos (Mt 25,14-30).
El primero recibe cinco talentos,
negocia con ellos y gana otros cinco. Al regresar, su amo lo alaba,
calificándolo como “siervo bueno y fiel”, y le promueve en su cargo.
El segundo recibe dos talentos,
con los que logra hacer negocio y ganar otros dos. También él es alabado por su
amo, que le confía una importante responsabilidad.
El tercero recibe un talento.
Precisamente él, que presume de conocer bien a su amo, no secunda sus
proyectos. Así que esconde bajo tierra el talento para devolverlo a su amo,
que, en el juicio, lo condena por inútil, negligente y holgazán.
ESPERANZA RESPONSABLE
Hemos meditado muchas veces esta
parábola de los talentos. Y tantas otras veces hemos reflexionado sobre las
lecciones que encierra para nosotros.
En primer lugar nos complace ver
que el amo confía en sus propios criados. Y agradecemos a Dios que también a
nosotros nos haya confiado tantos tesoros de la naturaleza y de la gracia.
Además, vemos que la espera de la
venida del Señor no puede justificar nuestra pereza. Si creer es crear, esperar
es operar. La esperanza no puede alejarnos de la tarea de trabajar por el
progreso humano y por la extensión del Reino de Dios.
Finalmente, descubrimos que el
premio concedido a los que viven una esperanza activa y comprometida no
consiste en algún bien material. El mayor premio es “entrar en el gozo de
nuestro Señor” y el mayor castigo es ser alejados de él.
Señor Jesús, sabemos y creemos
que hemos de vivir esperando tu manifestación. Agradecemos los dones que nos
has confiado. Y te pedimos que tu gracia nos ayude a vivir una esperanza gozosa
y responsable. Amén.
D. José-Román Flecha Andrés
lunes, 13 de noviembre de 2017
CRISTO REY 2017
El domingo día 26 de Noviembre a las 12 de la mañana celebraremos la Eucaristía con motivo de la Solemnidad de Cristo Rey del Universo. En la Santa Misa realizaremos la Ofrenda de productos no perecederos al Señor de la Humildad que serán destinados a Cáritas Parroquial. Al finalizar, tendrá lugar el tradicional Besapies.
domingo, 12 de noviembre de 2017
ESPERA Y ESPERANZA
Reflexión homilética para el Domingo 12 de Noviembre de 2017. 32 del Tiempo Ordinario, A.
“Radiante e inmarcesible es la
sabiduría… La encuentran los que la buscan… Quien temprano la busca no se
fatigará, pues a su puerta la hallará sentada… Ella misma busca por todas
partes a los que son dignos de ella” (Sab 6,12.14.16). En este hermoso poema sobre
la sabiduría por tres veces aparece el verbo “buscar”.
Y con razón, porque la sabiduría
es para la Biblia el gran tesoro. Es el mayor de los dones de Dios. Para
encontrarla hay que prescindir de muchas cosas. Y decidirse a buscarla para
descubrirla al amanecer, sentada a nuestra puerta. Es ella la que viene a
encontrarnos. Esa es la gran tarea y la enorme alegría de la esperanza
cristiana.
Es evidente que la sabiduría se
identifica con el mismo Dios. Es él a quien buscamos, a veces sin saberlo. Por eso
el salmo responsorial nos invita a cantar: “Oh, Dios, tú eres mi Dios, por ti
madrugo, mi alma está sedienta de ti” (Sal 62,2).
Esa sed, que resume nuestra
esperanza, no quedará defraudada. San Pablo nos asegura que quien ha creído en
la resurrección de Jesucristo estará siempre con el Señor (1Tes 4,17).
ESPERA Y COMPROMISO
El capítulo 25 del evangelio de
Mateo nos ofrece tres hermosos textos sobre la esperanza. El primero es la
parábola de las diez doncellas invitadas a la celebración de una boda (Mt
25,1-13). ¿Qué es lo que las caracteriza?
Tienen en común que todas ellas
tienen una función importante en la celebración de la fiesta: han de salir a
esperar al esposo e iluminar el cortejo con sus lámparas. Para todas se hace
pesada la espera y todas se dejan vencer por el sueño.
Pero se diferencian en algo muy
importante. Cinco de ellas han tomado aceite para alimentar sus lámparas. Las
otras cinco, no. Las previsoras aparecen como prudentes, mientras que las otras
cinco son calificadas como necias o descuidadas.
La parábola nos recuerda que la
esperanza no es solo un sentimiento. No puede identificarse con la frivolidad
ni con la pasividad. La esperanza es activa y comprometida. Exige sabiduría.
Esperar implica operar.
LA ORACIÓN Y LAS OBRAS
En la segunda parte de esta
parábola se nos dice que la espera no es una falsa ilusión. El esposo llega a
la fiesta. Como ha dicho el papa Francisco, “nuestra esperanza tiene un
rostro”. El texto recoge un breve diálogo y una exhortación.
“Señor, Señor, ábrenos”. Las
jóvenes descuidadas pierden tiempo al tratar de remediar su error y llegan
tarde a la fiesta. Su lamento resume la súplica de todos los que, aun si
saberlo, deseamos encontrarnos con el Señor.
“En verdad os digo que no os
conozco”. Nos engañamos si pensamos que la esperanza es una virtud fácil y
trivial. No se sostiene solo con palabras, sino que requiere esfuerzo y
prudencia. La oración ha de ir acompañada por las obras.
“Velad, porque no sabéis el día
ni la hora”. Con esta exhortación concluye Jesús la parábola. El mismo papa
Francisco nos dice que el problema no es “cuándo” se mostrará el Señor, sino el
“estar preparados para el encuentro”.
Señor Jesús, queremos mantener
viva nuestra esperanza. Que nuestra espera refleje el compromiso diario con el
que preparamos nuestro encuentro contigo. Amén.
D. José-Román Flecha Andrés
jueves, 9 de noviembre de 2017
MÁS DE 100.000 VISITAS
NUESTRO BLOG SUPERA LAS...
VISITAS
En 2011 la Parroquia inició esta aventura, se incorporó a las nuevas tecnologías con este sencillo blog cuya única misión es la de informar de los actos más relevantes que se llevan a cabo. También nos trae el Evangelio de cada domingo, las actividades de los grupos de catequesis de comunión, post-comunión, confirmación, grupos parroquiales, hermandades y cofradías, y todos los que conforman nuestra Parroquia.
En 2011 la Parroquia inició esta aventura, se incorporó a las nuevas tecnologías con este sencillo blog cuya única misión es la de informar de los actos más relevantes que se llevan a cabo. También nos trae el Evangelio de cada domingo, las actividades de los grupos de catequesis de comunión, post-comunión, confirmación, grupos parroquiales, hermandades y cofradías, y todos los que conforman nuestra Parroquia.
¡GRACIAS A TODOS!
lunes, 6 de noviembre de 2017
sábado, 4 de noviembre de 2017
HUMILDAD Y SERVICIO
Reflexión homilética para el Domingo 5 de Noviembre de 2017. 31 del Tiempo Ordinario, A.
“Esto es lo que os mando,
sacerdotes: Si no escucháis y no ponéis todo vuestro corazón en glorificar mi
nombre, dice el Señor del universo, os enviaré la maldición y maldeciré vuestra
bendición”. Es tremendo este oráculo divino que transmite Malaquías (Mal
2,1-2). Dios está dispuesto a maldecir los bienes que habían sido distribuidos
a los levitas.
Pero no es una condena injusta.
El Señor se queja con razón, porque los sacerdotes habían hecho que muchas
personas tropezaran en la Ley de Moisés. Su boca no había proclamado el camino
recto. Y habían sido parciales en la aplicación de las normas legales.
El texto se cierra con un lamento
del profeta, que es aplicable a todos los creyentes de todos los tiempos y
lugares: “¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos creó el mismo Dios? ¿Por
qué entonces nos traicionamos unos a otros, profanando la alianza de nuestros
padres?” (Mal 2,10).
A esas quejas respondemos
humildemente en el salmo responsorial, cantando: “Señor, mi corazón no es
ambicioso, ni mis ojos altaneros” (Sal 130,1). De esa humildad nos da ejemplo
el apóstol Pablo en su primera carta a los fieles de Tesalónica, al confesar:
“Os tratamos con delicadeza, como una madre cuida de sus hijos” (1Tes 2,7).
TRES FALTAS
En la primera parte del evangelio
que hoy se proclama, Jesús advierte a la gente de las graves faltas de los
letrados y de los fariseos (Mt 23,1-7).
Su primer pecado es la
incoherencia. ”No hacen lo que dicen”. Repiten una y otra vez las enseñanzas de
la Ley de Moisés pero no viven de acuerdo con lo que enseñan. Conocen la letra
de la Ley pero no han asimilado su espíritu.
El segundo pecado es la
indiferencia. Ignoran los fardos pesados que cargan sobre los hombros de los
demás y no mueven ni un dedo para ayudarles. No han aprendido la importancia de
la compasión y no imitan la misericordia de Dios.
El tercer pecado es la vanidad.
“Todo lo que hacen es para que los vea la gente”. Hasta su oración la han
convertido en un espectáculo para atraer la atención. Les gusta recibir
honores. Y ese es el único motivo que los mueve.
TRES CONSEJOS
En la segunda parte de este texto
evangélico, Jesús se dirige a sus propios discípulos con tres advertencias
importantes (Mt 23,8-12).
Por dos veces les dice que
ninguno de ellos se haga llamar Rabbí, es decir maestro u orientador de la vida
moral, pues su maestro es uno solo y todos ellos han de reconocerse como
hermanos entre sí (Mt 23,8.10).
Les pide, además, que a nadie de
la tierra llamen Abbá, es decir padre, porque uno solo es su Padre, el del
cielo (Mt 23,9). Es evidente que de nuevo Jesús quiere subrayar la fraternidad
que une y ha de unir a todos los suyos.
Finalmente repite lo que ya había
enseñado a sus discípulos, a propósito de las pretensiones de Santiago y Juan,
hijos de Zebedeo, que deseaban puestos importantes en su Reino: “El primero
entre vosotros será vuestro servidor” (Mt 23,11; 20,26).
Señor Jesús, reconocemos
nuestros pecados que escandalizan a nuestros hermanos. Que tu Espíritu nos
ayude a ser siempre humildes y servidores de los demás, puesto que todos
nosotros somos hijos del mismo Padre celestial. Amén.
D. José-Román Flecha Andrés
jueves, 2 de noviembre de 2017
CONMEMORACIÓN DE LOS FIELES DIFUNTOS
"El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá"
Eucaristía en el Cementerio, 2 de Noviembre de 2017.
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