UN DÍA PARA RECORDAR A LOS QUE SE FUERON
Cristo muerto de Holbein
Dios todopoderoso, por la muerte de Jesucristo, tu Hijo, destruiste nuestra muerte; por su reposo en el sepulcro santificaste las sepulturas y por su gloriosa Resurrección nos restituiste la vida a la inmortalidad.
Escucha nuestra oración por aquellos que muertos en Cristo
y consepultados en él, anhelan la feliz esperanza de la Resurrección.
Concede, Señor de vivos y muertos,
a cuantos en la tierra te conocieron por la fe,
alabarte sin fin en el cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
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