domingo, 30 de diciembre de 2012

EL HERMOSO BELÉN DE LA PARROQUIA


El Nacimiento de nuestra Parroquia tiene aproximadamente treinta metros cuadrados y se sitúa en pleno Altar Mayor. Este año sorprende por la cascada de agua que deja entrever el Misterio, así como los detalles que hacen cada rincón del Nacimiento un deleite para la vista. Se dan diferentes niveles arquitectónicos construidos con materiales naturales y se han cuidando primorosamente las escenas (sentido religioso y estético) y la elegancia de las piezas del Belén.


 




La Matanza de los Inocentes




El agua todo un protagonista del paisaje


En la Posada



Los detalles





Aparición a los pastores




La alegría del nacimiento


Los Reyes en camino


El Misterio del Pesebre


La Huida a Egipto


La Parroquia agradece a las personas que han hecho posible otro año más el montaje del Belén, así como a D. Leandro Lara Quero por ceder su fotografías y estar siempre dispuesto para lo que se necesite. 

Animamos a los villarrenses y a las personas que nos visitan en estos días a visitar el Nacimiento hasta el próximo día 6 de Enero.

BIENAVENTURANZAS DE LA FAMILIA


Felices las Familias que han descubierto que no es lo mismo esforzarse por formar un hogar, que, simplemente preocuparse por construir una casa.

Felices las Familias que se dan cuenta de que no es lo mismo dialogar en serio, poniéndose en el lugar del otro, que, meramente, contarse algo que pasa.

Felices las Familias que saben que no es lo mismo compartir lo que se posee, que prestar alguna cosa o, de vez en cuando, "hacer beneficencia".

Felices las Familias que han comprendido que no es lo mismo practicar una religión y dar cumplimiento a ciertos ritos, que vivir la fe y que esa fe sea vida.

Felices las Familias que aprendieron a practicar el respeto cuando surgen las diferencias y ponen el amor sobre todo; el amor que todo lo cree y perdona.

Felices las Familias que confían en sus hijos, que honran a sus ancianos, que atienden a los más débiles y construyen, poco a poco, una sociedad mejor.

Felices las Familias que son semillas de nuevas familias que seguirán peregrinando en el Amor.

De la revista Homilética

viernes, 28 de diciembre de 2012

UNA FAMILIA EN BÚSQUEDA


Domingo 30 de diciembre de 2012

“El que honra a su padre expía sus pecados, el que respeta a su madre acumula tesoros”. Estas máximas de humana sabiduría no han perdido actualidad a pesar del paso de los siglos. Esta lectura del libro del Eclesiástico no es aplicable solamente a una sociedad patriarcal (Eclo 3). El respeto al padre y a la madre tiene una validez universal.

En nuestro tiempo cada generación se cree autosuficiente. Pero ese desmembrarse de los eslabones de la cadena no favorece a nadie. Parece que se gana en libertad, pero se pierde en cercanía e intimidad, en cariño y ternura, en colaboración y solidaridad. La familia no puede convertirse en un haz de intereses.

Esas normas judías no sólo reflejan una concepción social o un código de educación y buenos modales. El texto se refiere una y otra vez a Dios. “Al que honra a su madre, el Señor lo escucha”. No se puede olvidar este cruce de lo horizontal y lo vertical. El amor en las relaciones familiares es una especie de culto. Amar a la familia es un acto de oración.

EL ENCUENTRO

También Jesús ha crecido en el seno de una familia. Con mucha frecuencia imaginamos el hogar de Nazaret como un remanso de paz y de armonía. Pero el texto evangélico que se proclama en esta fiesta de la Sagrada Familia resulta sorprendente. Son muchas las lecciones que en él se contienen.

• Para empezar, el evangelio nos sugiere que también aquella familia hubo de afrontar disgustos y malentendidos. La Encarnación del Hijo de Dios no le ahorró el difícil camino de las relaciones humanas. José y María se asemejan a muchos padres y madres que han de buscar con angustia a sus hijos.

• En un segundo momento, vemos a Jesús dar los pasos hacia la madurez humana. Pero observamos que su madurez es integral. No se puede crecer en edad, sin avanzar en el cultivo del espíritu. La sabiduría y la gracia no se oponían en él. Y no pueden oponerse en la evolución de los hijos de este tiempo actual.

• El relato de la pérdida de Jesús en el templo tiene mucha relación con los relatos de su pasión y muerte. En ambos casos, Jesús permanece “perdido” durante tres dias. En ambos casos es encontrado de nuevo mientras explica las Escrituras: primero a su familia y después a los discípulos de Emaús. Y así ha de ser encontrado siempre.

LAS PREGUNTAS

En el momento del encuentro de Jesús en el templo se produce un cruce de preguntas entre María y Jesús. En torno a ellas puede centrarse nuestra oración:

• “Hijo, ¿por qué nos has tratado así?” María se plantea un serio interrogante. No acierta a comprender a su Hijo. Esta es la pregunta que muchos creyentes han dirigido siempre a Dios. Orar es, entre otras cosas, tratar de adivinar los planes del Señor.

• “¿Por qué me buscabais?” A la pregunta de María, Jesús responde con esta primera pregunta. La búsqueda es una actitud típica de los creyentes. Pero el que busca a Dios ha de plantearse con frecuencia las razones últimas de su búsqueda

• “¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?” La segunda pregunta de Jesús se dirige a todos los que creen conocerlo. Jesús confiesa que la Ley de Dios es su casa y que la Casa de Dios es su ley. Estar ahí y estar así es su vocación y su misión.

Señor Jesús, te damos gracias por haber iluminado la tarea de la familia. Te manifestamos nuestro asombro al descubrir tu libertad. Y te pedimos la gracia de encontrarte siempre en la lectura y meditación de las Escrituras. Amén.


D. José-Román Flecha Andrés

lunes, 24 de diciembre de 2012

UN NIÑO NOS HA NACIDO

Solemnidad de la Natividad del Señor, 25 de diciembre de 2012
“Dios ha iluminado esta noche santa con el nacimiento de Cristo, la luz verdadera”. Así lo recordamos en la primera oración de la misa de medianoche. La luz brilla en la tiniebla. En la oscuridad del mundo. Y en la turbación de nuestras conciencias. Dios nos ha ofrecido su luz en la persona de Jesús, nacida para nuestra salvación.
El misal nos ofrece tres formularios diferentes para la celebración de las misas en esta solemnidad de la Natividad del Señor. La variedad y riqueza de las lecturas bíblica nos ayuda a meditar el misterio del Hijo de Dios que se hace hombre y entra con todo derecho en la historia humana.
En la primera misa, precisamente la que se celebra en el corazón de la noche, los ángeles cantan la gloria de Dios y la paz que él regala a sus hijos como don y como tarea. Los ángeles trasmiten a los pastores la buena noticia del nacimiento de Jesús. Su mensaje les invita a superar el temor y a gozar de la alegría de la salvación.
LOS MENSAJEROS
En la segunda misa el protagonismo pasa a los pastores (Lc 2,15-20). En aquel tiempo los pastores no eran fiables. No podían ser llamados a testificar en los tribunales humanos. Sin embargo, Dios los elige, precisamente a ellos, como testigos privilegiados del acontecimiento más importante de la historia. En tres puntos resume su suerte y vocación el evangelio.
En primer lugar, se ve que la palabra de los ángeles no ha caído en el vacío. A los pastores corresponde la responsabilidad de actuar. De hecho, se pasan unos a otros la palabra, “dialogan” y se animan mutuamente a ir con rapidez a Belén para “ver” lo que han “oído” de parte del Señor. Entran en juego tres sentidos humanos. La fe suscita el coloquio.
En segundo lugar “encuentran” a María, a José y al niño acostado en un pesebre. Con esas pocas palabras, el relato evangélico sugiere la sorpresa ante el hallazgo, la verificación del mensaje, el estupor ante lo inesperado. La fe suscita el asombro ante lo imprevisto, es decir ante el misterio que supera las humanas previsiones.
En tercer lugar, los pastores “cuentan” a María y a José lo que los ángeles les han dicho sobre aquel niño. Los humildes tienen una palabra que puede aclarar el misterio. Sin pretenderlo, los pastores asumen el papel de los ángeles. Se convierten en mensajeros de Dios. En cierto modo, ellos mismos son un mensaje de gracia.
EL VERBO DE DIOS
En la tercera misa de este día se proclama el comienzo del evangelio de San Juan, que se leerá de nuevo en el segundo domingo después de la Navidad. Pero ya en este día se subraya la frase central de esta profunda meditación: “El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”. Una vida no nos bastaría para agotar su riqueza.
• “El Verbo se hizo carne”. La sabiduría que se cantaba ya en los textos de Israel no es tan sólo el contenido o el tono de los discursos humanos. La Palabra de Dios es Dios. Pero se ha hecho carne. No es una mera idea. En Jesús se hace tangible y visible.
• “El Verbo habitó entre nosotros”. El texto original sugiere que la Palabra de Dios ha plantado su tienda de campaña entre los hombres. La Palabra de Dios acompaña la peregrinación humana para iluminar los caminos de todo el que la acoge con fe.
Los relatos de ángeles y pastores atraen más la imaginación que la honda meditación sobre el Verbo de Dios. Pero aquéllos y ésta coinciden en señalar el modo admirable como Dios ha restablecido la dignidad humana por este Niño nacido para nosotros.
- “Dios de misericordia: hoy que nos ha nacido el Salvador para comunicarnos la vida divina, humildemente te pedimos que nos haga igualmente partícipes del don de su inmortalidad”. Amén.
D. José-Román Flecha Andrés

sábado, 22 de diciembre de 2012

ENCUENTRO Y PROFECÍA

Domingo 23 de diciembre de 2012. 4º de Adviento. C

A Belén había llegado Ruth en el tiempo en que se segaba la cebada. Con la llegada de aquella extranjera se preparaba un futuro glorioso. De su familia había de nacer el rey David. Pero el profeta Miqueas no mira al pasado cuando ve en aquel lugar el origen de un reinado futuro. De Belén, pequeña entre las aldeas de Judá, saldrá el jefe de Israel.

Esta profecía de Miqueas no puede ser olvidada. De hecho, la encontraremos de nuevo en el Evangelio según San Mateo. A ella se remiten los sabios, cuando el rey Herodes les consulta sobre el lugar de nacimiento del Rey de los judíos. Un misterioso rey al que vienen buscando los Magos llegados del Oriente.

Belén es más que una pequeña aldea perdida en el recuerdo. Belén es también la esperanza de un mundo renacido. Belén es la promesa de la paz y de la justicia. También es la promesa de la vida. No en vano el profeta Miqueas alude de forma misteriosa a la madre que da a luz, para situar el tiempo del jefe de Israel.

EL DON DE LA VIDA

La vida se hace especialmente presente en el Evangelio que hoy se proclama (Lc 1, 39-45). En él se narra la visita de María de Nazaret a su pariente Isabel. Las dos mujeres llevan la vida de un bebé en sus entrañas. Una vida que es en primer lugar un don exclusivo de Dios, dadas las condiciones de sus madres.

Para María y para Isabel, por otra parte,  la vida de sus hijos es un signo de la escucha y de la acogida de la palabra de Dios. Es la palabra de Dios la que marca los plazos del tiempo. Y la que hace posible lo imposible. Ellas han sabido escuchar la voz de lo Alto. Y por eso han entrado en la órbita de la vida y de la salvación.

Las dos mujeres están llenas del Espíritu de Dios. Así  le había dicho el ángel a María: “el Espíritu de Dios te cubrirá con su sombra”. Ahora, se dice de Isabel que, llena del Espíritu Santo, proclama a María como la bendita entre las mujeres y como madre del fruto más bendito de la tierra.

LA CREENCIA Y LA FE

El Evangelio de hoy se cierra con otra frase inolvidable de Isabel:: “Dichosa tú que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá”. Es ésta la primera de todas las bienaventuranzas de la nueva era de la salvación.

• “Dichosa tú que has creído”. La creencia de María no era una simple credulidad. Ante el anuncio del Ángel, ella había querido saber. Mostraba sus dudas. No era fácil comprender el anuncio. Ni aceptar una responsabilidad no esperada. Y, sin embargo creyó.

• “Dichosa tú que has creído”. La creencia de María no obedecía a un deseo de sobresalir entre las gentes de su pueblo. Sospechaba ella lo que aquella maternidad podía costarle. El ángel parecía adivinar sus temores. Y sin embargo creyó.

• “Dichosa tú que has creído”. La creencia de María no se basaba en su conocimiento de la realidad. Ni en su propio saber y entender. No se guardó para sí misma las preguntas que bullían en su interior. No era fácil aceptar una misión imposible. Y sin embargo creyó.

La fe de María era una sencilla pero difícil confianza en el Dios que habla y propone horizontes inesperados. La fe de María se apoyaba sólo en la palabra de Dios. Ahora Isabel le decía que lo dicho por Dios se cumpliría.

- Padre de los cielos, Al prepararnos para celebrar el nacimiento de Jesús, queremos escuchar tu palabra que genera la vida y desencadena la esperanza. Sabemos que tu palabra transformará nuestra vida y hará posible la vida, la salvación y la paz. Por todo ello te damos gracias. Amén.

D. José-Román Flecha Andrés

jueves, 20 de diciembre de 2012

BODAS DE PLATA DE LA CORAL POLIFÓNICA NUESTRA SEÑORA DE LA ESTRELLA


Nos hemos reunido hoy, esta mañana en la que celebramos la fiesta de la Inmaculada Concepción de María, en torno a esta figura central de la Iglesia, la mujer que da sentido a la Historia gracias a su total disponibilidad para el Señor. 


Conmemoramos también una fecha muy especial para un grupo de villarrenses al que se han ido sumando con el paso del tiempo otros amigos, unidos todos por el amor a la música y al canto. La Coral Polifónica Nuestra Señora de la Estrella cumple hoy sus bodas de plata de andadura musical, una andadura repleta de inquietudes y de conciertos, y por qué no, también de altibajos, porque las asociaciones las constituyen las personas y reflejan también el desarrollo de sus propias vidas y sus circunstancias particulares.


Sus componentes damos gracias por este fructífero recorrido y, del mismo modo, rogamos hoy a la Virgen Inmaculada que nos siga infundiendo ánimo e ilusión en la tarea artística a la que nos llamóo hace veinticinco años.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

AÑO DE LA FE

 
Siempre he querido preguntarme y recibir una respuesta satisfactoria sobre la Fe. Sospecho que, tanto la pregunta como la respuesta, son más importantes que lo que parece porque la Fe, pienso que no es creer un conjunto de verdades aprendidas, sin más.
 
Me parece que la Fe es vivir la experiencia de Dios. Un Dios al que debo conocer, a través de Jesucristo. Un Dios que, como dice San Juan, tanto amó al mundo, a las personas, que entregó a su Hijo único, lo que me está recordando a Abrahán y su hijo Isaac.
 
Aquí tenemos el primero y principal ingrediente de la Fe: el Amor. Por tanto, la Fe es sentir el Amor que Dios nos tiene. Sentir en mi mismo ese Amor desbordado de Dios, me invita a compartirlo, amando al prójimo. Aquí empieza a vislumbrarse el compromiso de la Caridad y vuelvo a recordad aquello del "Buen Samaritano".
 
Si siento en mi la experiencia de un Dios Padre que me quiere y siento la necesidad de practicar ese amor con el débil, el oprimido, el solitario, el enfermo, etc. estoy descubriendo en mi aquello de Jesús: "Id y anunciad lo que habéis visto, oído y experimentado". Es la dimensión misionera de la Fe.
 
En Conclusión; la Fe es comprometerse con un Dios que nos ama y al que amamos, y con un Mundo al que debemos amar para hacerlo a imagen y semejanza suya. Es el Compromiso por la Paz, la Justicia, la honradez, la solidaridad....
 
El Papa nos llama justamente a revisar nuestra Fe para vivirla y así evangelizar. 

D. Manuel Tirado Fernández.

domingo, 16 de diciembre de 2012

FESTIVIDAD DE LA ESPERANZA

 
Eucaristía con motivo de la Festividad de Ntra. Sra. de la Esperanza a las 7'30 de la tarde
en la Parroquia de la Inmaculada Concepción

sábado, 15 de diciembre de 2012

PREPARANDO LA ALEGRÍA

Domingo 16 de diciembre de 2012. 3º de Adviento. C

“Estad siempre alegres en el Señor”. Esa es la consigna que Pablo transmite a los cristianos de Filipos (Flp 4,4). Todos creemos tener derecho a la alegría. Y sin embargo, la alegría es escurridiza. No se puede programar, ni comercializar.  En la exhortación “La Palabra del Señor” Benedicto XVI ha escrito que “Se pueden organizar fiestas, pero no la alegría” (VD 123).

En la primera lectura de la misa de hoy (So 3, 14-18), el profeta Sofonías invita a Israel a alegrarse porque el Señor ha cancelado su condena. Pero el pueblo no podría saltar de júbilo si previamente Dios no se hubiera gozado con él. Dios es el dador de la alegría. Su fuente y su garantía.

Esta dinámica dialogal de la alegría vale también para nosotros. En su primera encíclica “Dios es amor”, el mismo Papa había escrito: “El encuentro con las manifestaciones visibles del amor de Dios puede suscitar en nosotros el sentimiento de alegría, que nace de la experiencia de ser amados” (DCE 17).


LA CONVERSIÓN DE LAS ACTITUDES

La alegría es siempre gratuita y sorprendente. Es verdad. Pero requiere como fondo la paz del corazón. Y esa paz sólo se consigue por medio de la conversión. Los hermanos de la comunidad de Bose han escrito que la alegría cristiana no se puede confundir con el humor y el sentimiento. Refleja la relación con el Señor y tiene un precio: la conversión.

La conversión es lo que exige Juan el Bautista a todos los que bajan a escucharle a las orillas del Jordán. Pero tampoco la conversión puede identificarse con un sentimiento íntimo e incontrastable. Requiere un comportamiento público, que Juan resume en tres actitudes concretas, aplicables a las gentes de su tiempo y del nuestro:  

• Compartir los vestidos y los alimentos con quienes no los tengan. Esos elementos hacen posible la vida y protegen la dignidad de la persona.

• No exigir a los demás más de lo establecido. Ese límite refleja el respeto a la justicia, que ha de hacer posible la armonía en la comunidad.

• No hacer extorsión a nadie. Esta prohibición condena la frecuente altanería de los prepotentes de todos los tiempos que humillan y explotan a los humildes.

 
EL ANUNCIO DEL MESÍAS

Sin embargo, no podemos olvidar que nadie revisa su vida por nada. Todos necesitamos un motivo fuerte para cambiar nuestras actitudes.  Juan el Bautista no era un predicador moral. Su misión era anunciar la llegada del Mesías. Ese era el motivo para la conversión.
• “Viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de su sandalias”. Juan no tenía la clave de la salvación: anunciaba al Salvador. Él mismo se consideraba como un esclavo al servicio del Señor.
• “Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego”. Juan bautizaba con agua, pero anunciaba un bautismo de viento y de fuego. Esos elementos, que suelen destruir lo que encuentran a su paso, serían en los tiempos mesiánicos el origen de una nueva vida.
• “Él tiene en la mano el bieldo”. Juan no tenía la clave para discernir el bien y el mal. El Mesías traería en su mano el bieldo con el que el labrador separa el trigo de la paja, lo valioso de lo deleznable. Sólo Él podría realizar un juicio sobre las realizaciones humanas.
Señor Jesús, este tiempo de Adviento nos invita a esperar y preparar tu venida. Sabemos que la conversión de nuestras actitudes puede hacer perceptible tu presencia en el mundo. Y preparar la fiesta de la verdadera alegría.  Danos tu luz y tu fuerza para anunciar y preparar tu venida.  Amén.
 
D José-Román Flecha Andres

miércoles, 12 de diciembre de 2012

FIESTAS DE LA INMACULADA EN LA ANTIGUA PARROQUIA

 
En esta foto de museo finales del Siglo XIX, destaca, sobre todo, la devoción de los villarrenses a la Inmaculada. Además, se percibe la arquitectura que tenía el ábside de la antigua Iglesia Parroquial de la Concepción, construido bajo la dirección del Maestro Mayor de las Obras del Obispado de Córdoba, Hernán Ruiz, el Viejo entre 1531 a 1537.
 
Dicho ábside parece haber sido de nervatura gótica de terceles, y que por esta época de fines del XIX albergaba un retablo barroco de finales del XVII o primera mitad del XVIII, compuesto por dos cuerpos y un ático con tres calles. Estaba dorado, con diferentes hornacinas con imágenes de santos de bulto redondo y, en el ático, dos altorelieves, siendo el de la derecha un santo Obispo ya que porta una cruz patriarcal.
 
En el inventario de 1624 se menciona que tenía tres retablos esta iglesia: “Un retablo que está en el altar mayor de una finería pintada al óleo”. “Otro retablo que está en el altar de Nuestra Señora del Rosario con la santa imagen de bulto con su corona de plata”. Y: “Otro retablo que está en el altar del Santo Cristo y el Santo Crucifijo de bulto”.
 
Parece difícil que este de la foto sea aquel de “finería pintada al óleo”, que no extrañaría se estuviese refiriendo a las labores agudas propias del estilo plateresco, muy acorde con las tendencias renacetistas de Hernán Ruiz.
 
El segundo retablo mencionado, el del altar del Rosario, casi seguro que estaría en medio del gran arco lateral donde están localizadas las yeserías y pinturas restauradas últimamente, las cuales hacen alusión a los clasicos atributos marianos

lunes, 10 de diciembre de 2012

domingo, 9 de diciembre de 2012

XXXV ANIVERSARIO “CON VOSOTROS ESTÁ”

XXXV ANIVERSARIO DE LOS GRUPOS Y COMUNIDADES “CON VOSOTROS ESTÁ”

XX ANIVERSARIO DEL ITINERARIO CATEQUÉTICO
X ANIVERSARIO DE LA ASOCIACIÓN PÚBLICA

El domingo 28 de octubre, los que formamos parte de los grupos y comunidad “Con vosotros está”, nos hemos encontrado en Betania para celebrar nuestro XXXV Aniversario de los Grupos y Comunidades “Con vosotros está”, el XX Aniversario del Itinerario Catequético y X Aniversario de la Asociación Pública. 


En esta ocasión, ha sido un encuentro marcado por una celebración muy especial: 50 Aniversario de la Apertura del Concilio Vaticano II que, sin duda, ha sido el centro de la catequesis, la convivencia, la oración y la celebración de este día. Hemos contado con la presencia de D. Antonio Alcedo, de la Asociación Española de Catequistas con el que tuvimos una charla coloquio con el tema EL Concilio Vaticano II y Catequesis de Adultos.


Siempre es un día alegre y festivo por el encuentro con los demás hermanos y deseando encontrarnos en la convivencia de Cuaresma.

LA SALVACIÓN DE DIOS

9 de diciembre de 2012. II Domingo de Adviento. C.
 
Ya estamos convencidos de que la crisis económica que estamos padeciendo es un pequeño reflejo de la crisis moral y cultural en la que nos hemos ido enredando desde hace tiempo. Desde todas partes surge la pregunta por la solución. Todos buscamos una salida decorosa: una salvación para la persona y para la sociedad.
¿Dónde se encuentra la salvación? Unos la buscan en unas reformas económicas que al fin terminan por aplastar más a las víctimas. Otros apelan a una revolución pendiente que trata de hacernos olvidar su propio fracaso. Otros miran a los poderosos de la tierra y a las nuevas economías emergentes esperando que nos compren como esclavos.

Pero nos cuesta entender que la salvación no es solo obra nuestra. En el texto del profeta Baruc que hoy se proclama, se insiste en recordar la iniciativa de Dios. Es Dios quien elige a Jerusalén. Es Dios quien la reviste de un manto de justicia. Es Dios quien trae a sus hijos del destierro. Es Dios quien les allana los senderos del desierto (Bar 5, 1-9).


LA CONVERSIÓN DEL HOMBRE

El desierto es también el ambiente en el que se mueve Juan el Bautista. No deberíamos olvidar que había nacido en el seno de una familia y de una tradición sacerdotal. Habría podido disfrutar de una situación de privilegio. Sin embargo, Juan había roto con aquel sistema para retirarse al desierto. De allí viene la salvación.

El evangelio de Lucas evoca con fuertes rasgos la situación social que estaba viviendo el pueblo de Israel (Lc 3,1-6). En lo político, estaba dominado por los tentáculos poderosos del Imperio Romano. En lo religioso, se recordaba que, habiendo sido sumo sacerdote durante nueve años, Anás seguía controlando el templo por medio de sus hijos y de su yerno Caifás.

Cualquiera había pensado que había que comenzar por cambiar de un golpe las estructuras del poder. Pero Juan descubre que las dificultades para que amanezca el día de la salvación no están sólo en la situación política o eclesiástica. Están sobre todo en el interior de cada persona. Juan se retira al desierto para poder invitar a todo hombre a la conversión.

Haciéndose eco de las palabras de Baruc y de Isaías (2, 12-18), Juan insiste en la necesidad de allanar barrancos y precipicios para facilitar el camino de la salvación. Hay que rebajar los montones de nuestro orgullo. Y hay que rellenar los socavones de nuestros desalientos. A la esperanza se oponen tanto la presunción como la desesperación.


EL ANUNCIO DE DIOS

“Que lo torcido se enderece y lo escabroso se iguale, y todos verán la salvación de Dios”. El mensaje de Juan Bautista no era sólo moral. Era profundamente religioso. No sólo invitaba a los hombres a la conversión. Anunciaba la intervención de Dios.

• “Todos verán la salvación de Dios”. Bien sabemos que si es preciso observar la Ley de Dios, es más necesario aún descubrir y amar al Dios de la Ley. A los que esperar la salvación de Dios es hora de anunciarles con humildad y valentía el verdadero rostro del Dios de la salvación.

• “Todos verán la salvación de Dios”. Se dice que para la fe de Israel era importante el verbo “escuchar” la voz de Dios. Pero los peregrinos que subían al templo de Jerusalén deseaban también “ver” el rostro de Dios. Los creyentes de hoy están llamados a dar un testimonio que haga visible a Dios en este mundo.

• “Todos verán la salvación de Dios”. El pregón del Bautista va dirigido a “todos”: los de cerca y los de lejos. La salvación tiene una dimensión universal. Dios quiere la salvación de todos. Los que sólo en él encuentran consuelo y apoyo. Y los que hacen alarde de su autosuficiencia.

- Señor Jesús, tu nombre significa que “Dios es salvación”. En las palabras de Juan el Bautista hemos descubierto que en ti podemos ver el camino por el que Dios llega a salvar a nuestra pobre humanidad. Bendito seas por siempre, Señor.

D. José-Román Flecha Andrés

jueves, 6 de diciembre de 2012

FESTIVIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN


A la Inmaculada Concepción
 Gerardo Diego
Estirpe de David, nieta nueva,
Para ti, Nina mía, ya no rigen
condenas heredadas, ni te afligen
obligadas pensiones de la gleba.
Tú eres la Paz del cielo, iris que prueba
el impalpable oriente de tu origen.
El Padre y el Espíritu te eligen 
purísima excepción -isalve!- de Eva. 
Para que encarne el Hijo de tu flor trémula
es justo y digno que tu carne emula 
traiga a la vida olor de paraíso.
Y que desde el no ser al ser se intime 
hinchiendo su inocencia que la exime:
toda interior fulgor, nácar sumiso.  

sábado, 1 de diciembre de 2012

LOS ASTROS TEMBLARÁN

2 de diciembre de 2012. Primer domingo de Adviento. C

El primer domingo de Adviento repite las ideas que veníamos meditando durante las dos semanas anteriores. Se diría que el nuevo año litúrgico empalma directamente con el final del año anterior.  El eslabón que une esos dos extremos es la esperanza. La pequeña y tenaz esperanza que supera el temor ante la caducidad de las cosas de este mundo. 
 
En muchas culturas antiguas los astros eran objeto de adoración. De ellos dependía la vida. Eran lejanos e inaferrables. Y sin embargo, su luz iluminaba a los hombres y marcaba el ritmo de la vida y de los tiempos. No podemos extrañarnos de ellos. También hoy hay mucha gente que mira a los astros tratando de leer en ellos su propia suerte.
 
Además, en nuestro tiempo, se suele calificar como astros y estrellas a quienes sobresalen en el mundo del espectáculo. Son personas que atraen las miradas de los demás. Se crean perfumes que llevan su nombre. Las gentes tratan de imitarlas en la forma de vestir. Y hasta en las opciones religiosas que las caracterizan.

 
SE ACERCA VUESTRA LIBERACIÓN

El evangelio que  hoy se proclama (Lc 21, 25-28.34-36) anuncia que un día los astros temblarán. Con ellos se insinúa que es inútil depositar la confianza en lo que parece más estable en todo el universo. El verdadero creyente no puede atribuir a las cosas creadas un valor absoluto y definitivo.
 
Es muy interesante la observación de los sentimientos humanos que el texto revela. Ante el temblor de los astros, es decir, de lo que se considera más firme, la reacción espontánea es el temor: “Los hombres quedarán sin aliento por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues los astros temblarán”.
 
Ante ese sentimiento, el evangelio contrapone una actitud de confianza: “Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza, se acerca vuestra liberación”. Es verdad que la confianza requiere vigilancia y ascetismo. No dejarse embotar por el vicio,  mantenerse despiertos y pedir la fuerza necesaria.
 
Pero nadie se esfuerza por nada y para nada. El evangelio concluye dirigiendo la mirada hacia la venida del Hijo del Hombre. La manifestación del Señor de la historia nos libera del temor, orienta nuestra esperanza y nos proporciona una razón más que suficiente para la rectitud moral, para la vigilancia y la oración.


EL HIJO DEL HOMBRE

“Suscitaré a David un vástago legítimo que hará justicia y derecho en la tierra”. Esas palabras de Jeremías (33, 14-16)  son la promesa clave de este primer domingo del Adviento. Este tiempo litúrgico nos recuerda que nuestra vida esta marcada por el signo de la esperanza.
 
• “Suscitaré a David un vástago legítimo”. El profeta Natán había prometido al rey David que Dios le dará una casa y una descendencia real. La tradición cristiana ha visto en Jesús la realización de aquella promesa. Jesús es el descendiente de David que los siglos esperaron. Y cuya venida anunciamos y preparamos cada día.

• “Hará justicia y derecho en la tierra”. La experiencia nos dice que en nuestro mundo parecen triunfar la impostura y la corrupción, la maldad y la mentira. Pero nuestros corazones no se dejan seducir.  Anhelamos  un futuro de libertad y derecho, de justicia y de paz. Pero ese amanecer ha de ser don de Dios y fruto de nuestra responsabilidad.

-Señor Jesús, te esperamos como el Hijo del Hombre prometido. Aguardamos tu manifestación final como Señor de la historia y como príncipe de la paz. Que la celebración de tu nacimiento nos lleve a acoger tu mensaje y a colaborar con nuestras obras a su realización. Amén.

D. José-Román Flecha Andrés

jueves, 29 de noviembre de 2012

NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN


Solemnne Novena en Honor de la Inmaculada Concepción
del 30 de Noviembre al 7 de Diciembre de 2012
7'30 de la Tarde
 
Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción
 

INFORMACIÓN DE CÁRITAS PARROQUIAL

 
BALANCE DE LA ACTIVIDAD DE CÁRITAS 2011/12
 
Cáritas Parroquial de Villa del Río ha pasado de proporcionar ayuda a 53 familias en el pasado 2011 a 82 en el presente año. Además, han aumentado las ocasiones en que se ha solicitado apoyo a nuestra entidad.

Todas estas familias reciben ayuda mensual de alimentos básicos, así como en las ocasiones que se ha creido necesario, Cáritas ha corrido con el pago de recibos de luz, sellos y agua por valor de 4.630 €.

La generosidad de Villa del Río ha sido como siempre notable:

-DONATIVOS PERSONALES: 1500 €
-HDAD. VIRGEN DE LA ESTRELLA: Concierto de Guitarra de Miguel A. Laguna: 317 €
-COLEGIO POETA MOLLEJA:  "Un niño, un KG":  450KG DE ALIMENTOS (APROX).
-PARROQUIA: "Campaña Subida de Ntra. Sra de la Estrella": 100KG (APROX).
 
A ello hay que sumar la Ofrenda al Señor en la Festividad de Cristo Rey
de la HERMANDAD DE LA HUMILDAD el pásado domingo 
y la recogida de alimentos de la HERMANDAD DE PADRE JESÚS NAZARENO.
 
En la actualidad está en venta la LOTERIA DE NAVIDAD y el DISCO DE VILLANCICOS SOLIDARIOS en el que intervienen las Asociaciones músico-culturales de Villa del Río.
 
!GRACIAS POR VUESTRA SOLIDARIDAD¡

lunes, 26 de noviembre de 2012

CELEBRACIÓN DE LA HERMANDAD DE LA HUMILDAD EN LA PARROQUIA

Fiesta de Cristo Rey

Hoy domingo 25 de noviembre la Hermandad de la Humildad ha celebrado por primera vez la Festividad de Cristo Rey.


En el altar mayor un telón de terciopelo y damasco azul, enmacarcaba la belleza serena del Cristo, vestido para la ocasión con un mantolín dorado y brocado, y túnica blanca. Destacaban las flores en static morado y clavel "sangre de toro", además de los fanales del paso y el juego de candelabros de la Parroquia.

 

Ya se presentía la alegría de esta celebración, dada la afluencia a la misa de doce de los niños que asisten a la catequesis. Sin embargo, la colaboración, participación y entusiasmo de los presentes; niños, catequistas, miembros de la Hermandad y mayores, han hecho de esta Eucarístia una verdadera fiesta para esta comunidad cristiana de Villa del Río.


Tras la monición de entrada, que explicaba a los niños la presencia del Señor de la Humildad en el altar, prosiguió la misa con las lecturas y peticiones. Llegó el momento de las ofrendas y los niños y mayores respondieron de nuevo a la llamada. Esta vez, el "Rey de la Humildad" no recibió flores, como es carateristico de cualquier ofrenda, si no alimentos que han sido entregados al banco de alimentos de Cáritas Parroquial.


A los alimentos se han sumado ofrendas muy simbólicas de la festividad: la corona de espinas, la caña, el manto púrpura y el pan y el Vino. Despues de la consagración y viviendo una comunión alegre, por los cantos y la actitud de lso presentes, se produjo uno de los momentos mas bonitos de la misa.


María Angustias, coordinadora de la catequesis de comunión, procedió a hacer la Acción de Gracias. En esta, se ha realizado un rito precioso en el que se ha sutituido la corona de espinas, "la corona de Rey" por la corona de Adviento. Los niños la han llevado al altar mientras se explicaba el significado de la misma y los elementos que la componen.


Nada más terminar, el Cura Párroco ha entregado un cuadro de reconocimiento a María Angustias por su incansable labor pastoral en nuestra Parroquia desde hace muchos años. Ella, emocionada ha recibido un caluroso y extenso aplauso por parte de los asistentes.


La Fiesta de Cristo Rey ha concluido con un abarrotado besapies a Jesús de la Humildad. La Hermandad y la Parroquia agradecen la respuesta de las personas que han colaborado aportando las ofrendas, la música, la propaganda televisiva y de imprenta, y su participación en cualquiera de los ambitos de esta celebración.


El sentido de Parroquia, nos hace ser más cercanos y llegar a más personas; gracias al Grupo de Catequistas, Colegios y profesores, Hermandades, Cáritas y todas las personas que han aportado simplemente con su presencia.


FELICIDADES, SIN VOSOTROS NO SERÍA POSIBLE

Fotografías: Álvaro Horcas y Archivo Hermandad de la Humildad.