
Me parece que la Fe es vivir la experiencia de Dios. Un Dios al que debo conocer, a través de Jesucristo. Un Dios que, como dice San Juan, tanto amó al mundo, a las personas, que entregó a su Hijo único, lo que me está recordando a Abrahán y su hijo Isaac.
Aquí tenemos el primero y principal ingrediente de la Fe: el Amor. Por tanto, la Fe es sentir el Amor que Dios nos tiene. Sentir en mi mismo ese Amor desbordado de Dios, me invita a compartirlo, amando al prójimo. Aquí empieza a vislumbrarse el compromiso de la Caridad y vuelvo a recordad aquello del "Buen Samaritano".
Si siento en mi la experiencia de un Dios Padre que me quiere y siento la necesidad de practicar ese amor con el débil, el oprimido, el solitario, el enfermo, etc. estoy descubriendo en mi aquello de Jesús: "Id y anunciad lo que habéis visto, oído y experimentado". Es la dimensión misionera de la Fe.
En Conclusión; la Fe es comprometerse con un Dios que nos ama y al que amamos, y con un Mundo al que debemos amar para hacerlo a imagen y semejanza suya. Es el Compromiso por la Paz, la Justicia, la honradez, la solidaridad....
El Papa nos llama justamente a revisar nuestra Fe para vivirla y así evangelizar.
D. Manuel Tirado Fernández.
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