sábado, 28 de abril de 2012

EL BUEN PASTOR

29 de abril de 2012. Domingo 4º de Pascua. B

          El cuarto domingo de Pascua ofrece siempre a nuestra meditación la figura de Jesús como Buen Pastor, tomada del evangelio de Juan. A un mundo urbano no le sugiere nada. Pero es ésta una imagen que ya los cristianos de Roma pintaron con trazos rápidos e ingenuos sobre los sepulcros de las catacumbas. 

Hoy vivimos en una especie de adolescencia prolongada. Queremos ser independientes y dejar que el instinto o el azar dirijan nuestros pasos. Pero esa pretensión de libertad es engañosa. No es libre quien hace lo que quiere, sino quien sabe dirigir sus pasos hacia unos valores realmente humanos y humanizadores.

Por todas partes percibimos la orfandad que atenaza la vida de muchas personas. Son muchos los que caminan por el mundo sin modelos de referencia. Y lo que es peor, sin la figura de una persona que se cuide de ellos.  La imagen de Jesús como Pastor nos recuerda que no estamos solos en la vida. Somos importantes para Alguien. 

LA ORIENTACIÓN

“Yo soy el buen Pastor”. No podemos olvidar esta primera frase del evangelio que hoy se proclama (Jn 10, 11). De hecho, es una buena orientación para nuestra fe, para nuestra conciencia de Iglesia y para nuestra oración. 

• En primer lugar, orienta nuestra fe. Nos recuerda que, por un lado, Jesús conoce al Padre y es conocido por él. Y, por otro, conoce a sus seguidores y es conocidos por ellos. Así que la fe ha de ser concebida como una relación personal, que incluye el conocimiento mutuo y el amor mutuo.

• Además, ilumina nuestra conciencia de Iglesia. Nos enseña que nadie puede creer a solas y nadie puede caminar a solas. La referencia al Pastor nos ayuda a descubrir la comunidad eclesial. Y, de paso, a desconfiar del que no puede ser calificado como buen pastor. Sólo es buen pastor el que da la vida por sus ovejas.

• En tercer lugar, alimenta nuestra oración. El pueblo hebreo ha rezado durante siglos confesando  humilde y gozosamente: “El Señor es mi Pastor, nada me falta”. El  cristiano reza confiada y agradecidamente,  sabiendo que, con la entrega de su vida, Jesús ha demostrado su amor a los que le siguen..

LA ESCUCHA

“Tengo además otras ovejas que no son de este redil; también a estas las tengo que traer, y escucharán mi voz y habrá un solo rebaño y un solo Pastor”. Con estas palabras, Jesús anuncia la dimensión universal de su misión. Y también la de su Iglesia.

• “Tengo además otras ovejas que no son de este redil”. La Iglesia sabe que en ella no se agota la verdad, ni la bondad, ni la belleza. Pero es enviada para anunciar que esos valores se encuentran reflejados para siempre en Jesucristo. 

• “También a estas las tengo que traer”. Ni la Iglesia universal ni la última parroquia  pueden encerrarse en sí mismas. La vocación a la universalidad impulsa a todos los cristianos a buscar y “reunir a todos los hijos de Dios dispersos”.

• “Escucharán mi voz y habrá un solo rebaño y un solo Pastor”. No es nuestra voz la que salva. Es la escucha del buen Pastor la que puede reunirnos en una comunidad de fe, de esperanza y de caridad.

- Señor Jesús, tú has entregado tu vida por nosotros. Te reconocemos como nuestro Pastor y Salvador. Queremos escuchar siempre tu voz en medio de la algarabía de las voces de este mundo. Amén. Aleluya.

José-Román Flecha Andrés
Universidad Pontificia de Salamanca

jueves, 26 de abril de 2012

PROCESIÓN DE LA VIRGEN DE LA CABEZA DE VILLA DEL RÍO


El próximo domingo, 13 de Mayo, a las 9 de la noche, procesionará la imágen de la Morenita
de la Hermandad Filial de la Virgen de la Cabeza de nuestro pueblo.
Acompañará el Coro Paz y Esperanza y la A.M.C. Puente Romano, ambas de Villa del Río.

sábado, 21 de abril de 2012

CUENTAS DE CÁRITAS PARROQUIAL


De nuevo nos acercamos al Blog de nuestra Parroquia para informar sobre las actividades que con la ayuda de nuestros socios y colaboradores realizamos en nuestro pueblo, y en la medida de nuestras posibilidades en otros lugares.

Nos financiamos, como hemos dicho, con las aportaciones de los socios, la Lotería de Navidad, los donativos de particulares y la mitad de la Colecta del dÍa del CORPUS, ya que la otra mitad la compartimos con Cáritas Diocesana.

En 2011, Cáritas tuvo de INGRESOS: 11.356 euros, (Hay que hacer mención que fue el año de las inundaciones y se dieron más ingresos de la habitual.)
 
A la hora de invertir los capítulos fueron los siguiente:
- Alimentos
- Material escolar.
- Farmacia.
- Casa de Acogida "Senda".
- Colecta que se mandó para los hambrientos del Cuerno de Äfrica.
- Recibos pagados.
- Inundaciones.
 
Todo esto generó unos GASTOS de 16.720,59 euros. Pudimos ayudar a un total de 58 familias de nuestro pueblo.
 
El informe económico de Cáritas está colocado habitualmente en el Cancel de nuestra Parroquia, aprovechamos tambien este medio para su difusión y agradecer la colaboración de todos los miembros y entidades.
 
Invitamos a quién quiera aportar su granito de arena a hacerse socio de Cáritas de Villa del Río. Pueden contactar con Doña Victoria Mengual o directamente en las dependecias parroquiales.
De nuevo: GRACIAS.

LOS SENTIMIENTOS Y EL ENVÍO


22 de abril de 2012. Domingo 3º de Pascua. B.

Con frecuencia nos vemos encarados con una contraposición que nos hace difícil la armonía personal. Es la que enfrenta la razón a los sentimientos. Es interesante ver cómo presumimos de nuestro pretendido control sobre la una y sobre los otros. Nos pasamos la vida tratando de razonar con madurez y de sentir con una cierta coherencia.

  En el evangelio que se proclama en este tercer domingo de Pascua (Lc 24, 35-48) se evoca de nuevo el primer día de la semana: aquel en el que dos discípulos caminaban desconcertados cuando fueron alcanzados por un peregrino. En la aldea de Emaús reconocieron en él a Jesús y regresaron a toda prisa para dar cuenta de ello a los demás discípulos.

Si ellos estaban agitados por una tormenta de sentimientos encontrados, también lo estaban sus compañeros. El texto evangélico nos dice que se veían zarandeados entre  el miedo y la duda, entre la alegría y el estupor. Seguramente ése es y será siempre el clima de la comunidad cristiana. Y no habrá que alarmarse por ello.

CREYENTES

El relato evangélico es de un realismo casi escandaloso. Se podría pensar que, atenazados por el miedo y la nostalgia, los apóstoles caerían con facilidad en alucinaciones. Pero no. No estaban preparados para imaginar la resurrección de su Maestro. El texto acumula verbos como “ver y escuchar, tocar y comer”. Es claro que los apóstoles necesitaban  pruebas.

Efectivamente,  el Señor resucitado  no rehuye las pruebas que atestiguan su triunfo sobre la muerte. Con todo, el tono del relato nos remite a la experiencia cristiana de todos los creyentes, de todos los siglos. Dos importantes indicaciones de Jesús marcan el itinerario de nuestra fe y el estilo de la misión de la Iglesia.

- “Mirad mis manos y mis pies”. Nosotros pensamos que se nos reconoce por nuestro rostro. Sin embargo, los primeros discípulos no reconocen a Jesús por su rostro. Al mostrarles sus manos y sus pies, Jesús les presenta sus llagas, es decir su carne humana herida. Y les recuerda el  servicio y el cansancio que lo habrían de definir para siempre. 

- “Así estaba escrito”.  El Señor sabe que sus gestos no serán comprendidos si los discípulos no recuerdan las Escrituras. También la Iglesia ha de saber que sus acciones y pasiones, sus logros y sus heridas no suscitan la fe hasta que las gentes se acerquen humildemente a la Escritura.  En ella se hace viva y audible la Palabra del Señor.

TESTIGOS

Aún queda una frase final que resume el mensaje de Jesús. Esa es la advertencia definitiva del Maestro a los discípulos que se bandean entre la duda y la fe.

• “Vosotros sois testigos de esto”. Los discípulos de la primera hora estaban llamados a extender por todo el mundo la enseñanza recibida. Pero, sobre todo, eran enviados como testigos de una vida entregada por amor.

• “Vosotros sois testigos de esto”. Ya el papa Pablo VI nos decía que el mundo de hoy no necesita tanto de maestros como de testigos. Las doctrinas se valoran y se aceptan cuando van acompañadas por el compromiso concreto de quien las profesa.

• “Vosotros sois testigos de esto”. Se dice que para ser testigos hace falta “estar  ahí y ser diferentes”. Si nos alejamos de la sociedad no podremos ofrecerle una verdad que libera. Pero si no somos diferentes, el mensaje que anunciamos no será interpelante ni creíble.

- Señor Jesús, muerto por nosotros y resucitado para nuestra salvación, tú conoces nuestras dudas, pero también nuestro deseo de hacerte presente en nuestro mundo. Ayúdanos a reconocerte cada día y a darte a conocer a nuestros hermanos. Amén. Aleluya.

José-Román Flecha Andrés
Universidad Pontificia de Salamanca

jueves, 19 de abril de 2012

SEAMOS SOLIDARIOS


Como todos sabemos ha comenzado el plazo para realizar la Declaración de la Renta
correspondiente al ejercicio de 2011.

Arranca tambien la campaña "X TANTOS". Desde la Parroquia de Villa del Río animamos a los contribuyentes a marcar esa X en favor de la Iglesia.
 De esta manera y sin coste para las personas que realiza la declaración, el % establecido irá destinado a las labores sociales y caritativas que la Iglesia Católica desempeña en Misiones, Colegios, Hospitales, Residencias, Casa de Acogida, Parroquias, etc...



!X TANTOS.... SEAMOS SOLIDARIOS¡

viernes, 13 de abril de 2012

DEL TEMOR A LA PAZ

15 de abril de 2012. Domingo 2º de Pascua 


Nos dicen a veces algunos profesores que entre sus alumnos adolescentes hay muchos que se manifiestan como ateos. Por supuesto no podemos juzgar a la persona. Pero es más que cuestionable que un adolescente, que no es capaz de elegir su profesión ni decidirse a seguir una vocación, sea capaz de formular una opción tan fundamental como la de la fe.

Nos viene con frecuencia a la mente un conocido pensamiento de Erich Fromm. Promotor de un  psicoanálisis  humanista, solía decir él que con demasiada frecuencia el creyente  dice creer sin haber dedicado una noche a pensar en las razones de su fe. Pero tampoco el ateo ha perdido una noche para plantearse las razones de su increencia.

El domingo segundo de Pascua nos replantea de nuevo la cuestión de la fe. El evangelio de San Juan parece centrar sobre ella el logro o el malogro de la existencia humana (Jn 20, 19-31). Los discípulos de Jesús viven horas de turbación, encerrados en la oscuridad y atenazados por el miedo. Sólo la aparición de Jesús les trae la paz.

TRES VOCES

En esa nueva atmósfera, quedan rehabilitados. El Señor no reprende a los que lo han abandonado. Les concede el don de la paz. Y exhala sobre ellos su espíritu, como hiciera el Creador en la primera hora de la creación. En ese ambiente resuenan tres voces diferentes, pero complementarias:

• “Hemos visto al Señor”. La primera es la voz de los discípulos. El antiguo pueblo de Israel era invitado a “escuchar”  la palabra de Dios. Los seguidores de Jesús han tenido el privilegio de “ver” la Palabra de Dios, hecha carne y presencia, signo de vida y promesa de esperanza.

• “Si no veo… no lo creo”. La segunda es la voz del discípulo que se ha ausentado de la comunidad. Es en la comunidad donde se descubre la presencia del Señor resucitado. Quien prefiere vivir al margen se priva de verlo. Y se niega a creer. Mientras parece criticar la credulidad de sus compañeros, demuestra su propia debilidad. 

• “Trae tu dedo y no seas incrédulo sino creyente”. La tercera es la voz del mismo Señor resucitado. Lejos de reprochar al discípulo su lejanía y su incredulidad, condesciende con él. Quien ha ido a buscar a los alejados, no puede olvidar al discípulo perdido y se presta a ayudarle a recorrer el camino que lleva a la fe.

DOS DIÁLOGOS

Hemos meditado todos los años este relato evangélico. Muchas veces hemos subrayado la coherencia del apóstol Tomas. En su diálogo con los otros discípulos, parece ser el único que ha intuido que no puede haber resurrección sin muerte, ni Mesías de Dios  sin llagas en su cuerpo. Pero hoy nos interesa evocar su diálogo con Jesús:

• “Señor mío y Dios mío”. Frente a sus compañeros, Tomás se muestra locuaz y protestón, autosuficiente y audaz. Frente a Jesús, Tomás es el discípulo que reconoce la dignidad divina de su Maestro. Una frase tan escueta como esta nos descubre el corazón rendido del adorador.

• “Dichosos los que crean sin haber visto”. La fe está al principio y al final. El camino evangélico se inicia con una bienaventuranza , dirigida a María: “Dichosa tú que has creído”.  Y se cierra con otra bienaventuranza que preanuncia una comunidad de creyentes  impulsados por la fe de los seguidores directos de Jesús: “Dichosos los que crean sin haber visto”.

Dos diálogos. Uno con los compañeros en el discipulado. Y otro con el Maestro que los ha elegido. Los dos bosquejan la silueta humana y espiritual de Tomás. Y las dificultades y gozos de todos los creyentes. Pero ni los discípulos ni el Maestro condenan a Tomás. Unos dan testimonio de haber visto al Señor. Y el Señor incorpora a Tomás en el perdón y la paz.

- Señor Jesús, resucitado de entre los muertos, ayúdanos a superar nuestros miedos, a descubrirte vivo entre nosotros, a anunciar tu vida y tu presencia, y a reconocerte como nuestro Dios y Señor. Amén. Aleluya.

José-Román Flecha Andrés
Universidad Pontificia de Salamanca

lunes, 9 de abril de 2012

CULTOS DE LA HERMANDAD DEL RESUCITADO



Hoy lunes comienza el triduo en honor a Ntro. Padre Jesús Resucitado. Tras el Domingo de Resurrección y como viene siendo costumbre, tendrán lugar los cultos que su Hermandad le dedica. Predica D. Manuel Tirado Fernández, Párroco-Consiliario.

domingo, 8 de abril de 2012

LA BÚSQUEDA DEL RESUCITADO


8 de abril de 2012. Domingo de Pascua

Esta es la Pascua del Señor. Es la solemnidad de las solemnidades. La celebración de la Resurrección del Señor es el centro de la vida cristiana. Esta es la fuente de nuestra fe, el estímulo para nuestra esperanza y el alimento de nuestra caridad. Este es para los cristianos “el primer día de la semana”.

Para el pueblo de Israel, la búsqueda de Dios era una categoría fundamental de la fe. Los mejores creyentes son presentados en el Antiguo Testamento como los “buscadores de Dios”. Todos ellos deseaban “ver a Dios”. Su anhelo los llevaba a peregrinar para encontrarse con Él en el templo.

En el nuevo tiempo de la historia de la salvación, el misterio de la muerte y resurrección de Cristo orienta a sus discípulos de la primera hora y los de todos los tiempos. También ellos han de ser sinceros buscadores de Dios, sabiendo que lo encontrarán en Jesucristo. El evangelio que hoy se proclama nos marca un itinerario de búsqueda del Señor (Jn 20, 1-9).

VER Y CREER

El relato evangélico no es un compendio de verdades abstractas. Nos presenta  las actitudes de tres personajes. Son como iconos de un proceso de fe. En ellos reconocemos los primeros pasos de la fe cristiana.

• María Magdalena  es movida por sus afectos. No podía aguardar hasta la llegada del nuevo día. Fue al sepulcro cuando aún estaba oscuro. Vio la losa quitada del sepulcro. Pero esa experiencia sólo produce en ella desaliento e inseguridad.

• Pedro recibe el anuncio de Magdalena. El sepulcro de Cristo está vacío. La noticia es alarmante y no deja indiferentes a los discípulos de Jesús. De Pedro se dice que “vio las vendas y el sudario”, pero nada más. Se intuye su desconcierto.

• El discípulo amado adelanta a Pedro en la carrera, pero le deja la precedencia. Después entra también él. El texto anota escuetamente que  “vio y creyó”. Al fin, la ausencia del cuerpo del Señor suscita la fe.

Es evidente que la fe en el Resucitado no nace de la visita al sepulcro sino de la memoria de la palabra del Señor. El sepulcro es el signo de la ausencia. Pero la Escritura indica su presencia.

AUSENCIA Y PRESENCIA

“Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto”. Ése es el mensaje que María Magdalena trasmite a los discípulos de Jesús. Ése es el principio de la evangelización. Lo que parecía el anuncio de una tragedia es el núcleo de la “buena noticia”.
• “Se han llevado del sepulcro al Señor”. Efectivamente, Cristo no se encuentra en el   sepulcro. El lugar de la muerte no puede contener al Señor de la vida. El sepulcro es sólo un “monumento”, es decir un recordatorio.
• “No sabemos dónde lo han puesto”. El Jesús de cada día era fácilmente ubicable. Sus amigos y enemigos podían informarse y averiguar dónde estaba. El Cristo resucitado ha de hacerse encontradizo para ser encontrado.

• “Se han llevado del sepulcro al Señor”. También hoy, los creyentes vivimos con frecuencia la experiencia de la ausencia de nuestro Maestro. Pensamos que nos lo han arrebatado. Tendremos que preguntarnos si lo buscamos con curiosidad o con fe.  

• “No sabemos dónde lo han puesto”. También hoy son muchos los que tratan de decirnos que el Señor está aquí o allá.  Pero él nos enseñó a desconfiar de los que intentan amarrarlo a un lugar preciso. La fe es siempre búsqueda y esperanza.  

- Señor Jesús, resucitado de entre los muertos, sabemos que estás vivo. Ayúdanos a recordar tu palabra para que los signos que vemos nos lleven a la fe. Amén.

José-Román Flecha
Universidad Pontificia de Salamanca

SÁBADO SANTO

 


CRISTO DESCENDIÓ A LOS INFIERNOS


La jornada del Sábado Santo transcurre en un silencio religioso.  Jesús ha sido depositado en el sepulcro. Y la comunidad cristiana vuelve sus ojos a la Madre. Su Soledad es el icono de la inmensa y dolorida soledad de tantas personas que no encuentran un fácil consuelo para su desamparo.

El Sábado Santo recordamos también que el Credo cristiano confiesa un misterio pocas veces meditado, al afirmar en un mismo artículo de fe el descenso de Cristo a los infiernos y su resurrección de entre los muertos.

El descenso de Cristo a los infiernos, narrado en el evangelio apócrifo de Nicodemo,  ha sido representado muchas veces por el arte. Sirviéndose de su cruz, Cristo abre las puertas del infierno, aplasta a Satanás y da la mano a los justos que esperan la salvación.  El infierno  aparece con frecuencia como un gran monstruo que devuelve a los cautivos.

  La afirmación de que Jesús "resucitó de entre los muertos" (Hch 3, 15; Rm 8, 11; 1 Co 15, 20) presupone que, antes de la resurrección, permaneció en la morada de los muertos (cf. Hb 13, 20). El Catecismo de la Iglesia Católica  explica  que la predicación  sobre el descenso de Jesús a los infiernos significa que “Jesús conoció la muerte como todos los hombres y se reunió con ellos en la morada de los muertos. Pero ha descendido como Salvador proclamando la buena nueva a los espíritus que estaban allí detenidos ” (CCE 632).

Nuestro Credo no pretende sugerir  que Jesús ha entrado al infierno de los condenados. Al Señor de la vida no podía encadenarlo la muerte eterna. Bien sabemos que la Escritura llama infiernos, sheol, o hades a la morada de los muertos. “Jesús no bajó a los infiernos para liberar allí a los condenados  ni para destruir el infierno de la condenación  sino para liberar a los justos que le habían precedido”.  Con su muerte y resurrección, el Redentor anuncia la redención a todos los muertos.

 Según una antigua homilía para el Sábado Santo, Cristo “va a buscar a Adán, nuestro primer Padre, la oveja perdida. Quiere ir a visitar a todos los que se encuentran en las tinieblas y a la sombra de la muerte. Va para liberar de sus dolores a Adán encadenado y a Eva, cautiva con él, Él que es al mismo tiempo su Dios y su Hijo...Yo soy tu Dios y por tu causa he sido hecho tu Hijo. Levántate, tú que dormías porque no te he creado para que permanezcas aquí encadenado en el infierno. Levántate de entre los muertos, yo soy la vida de los muertos”.

Por tanto, por medio de la afirmación  del descenso de Cristo a los infiernos se resumen dos convicciones fundamentales de nuestra fe. Cristo asumió nuestra naturaleza con todas las consecuencias, incluida la muerte. Y por otra parte, su vida y su muerte significan  y realizan la salvación para todos los que antes y después de Él han anhelado ver el rostro de Dios. Cristo es el sacramento universal de la salvación.

José-Román Flecha
Universidad Pontificia de Salamanca

viernes, 6 de abril de 2012

VIERNES SANTO


Por solo una vez muere la esperanza, la noche cubre el jardín que recibe los cantos melancólicos de los necios que invocan insistentemente al Cielo... pidiendo salvación, pidiendo redención. Por solo una vez la muerte le gana a la vida, las palabras se vuelven una haz de sentires y saberes que no alcanzan el perdón.

Esta es la tarde en que el sol deja de brillar, las estrellas se apagan y el llanto amargo de las mujeres no recibe consuelo, es el día de aquellos que viven bajos los puentes, el día de los que no han logrado nacer, este es el día en que el mundo guarda el más siniestro de los silencios, en su más profunda congoja.

Entre crueles albedríos camina aquel lacerado y martirizado, acompañado de otros miles que mueren junto a el, de otros que llevan sus coronas de hambre, de enfermedades, de crueldades... coronados por la maldad humana.

Solo un día que nos detiene en el camino, para mirar absortos de cuanto sucede sin darnos cuenta, de cuantos otros viven cada día su calvario, sus penas, sus miserias... retraídos de aquel misterio tan sublime de la muerte y de la vida que se escondió.

jueves, 5 de abril de 2012

JUEVES SANTO DÍA DEL AMOR FRATERNO


¿Comprendéis lo que he hecho por vosotros? (Jn 13,12)

Jueves Santo. 5 abril 2012
 
“Estar, qué pocos verbos expresan más actividad que el verbo estar” (Bto. Manuel González). Es tal la intensidad de palabras, gestos, sentimientos de Jesús en este día que no hay verbo más sugestivo para la oración del Jueves Santo que el verbo estar. Estar para descubrir qué hace y qué dice el Corazón de Jesús en su “primera” Última Cena.

Qué hace: “Se levanta, se quita el manto, se ciñe la toalla, echa agua y se pone a lavarles los pies y secárselos con la toalla” (Jn 13, 4-5)
 
Qué dice: “Si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros. os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis” (Jn 13, 14 – 15)
 
Qué hace: “Sentado a la mesa, tomó el pan, y pronunciado la acción de gracias, lo partió. Lo mismo hizo con el cáliz” (1Co 11, 24-25)
 
Qué dice: “Esto es mi Cuerpo, esta es mi Sangre, que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía” (1Co 11, 24)
 
Qué hace: amar.
Qué dice: te amo.
¡Así ama Él!

¡Feliz día de Jueves Santo!

 Hna. Marta Mª (MEN Valencia)

CULMINAN LOS CULTOS AL NAZARENO


Ayer Miércoles Santo culminó el Triduo en Honor a Ntro. Padre Jesús Nazareno. Después del Besapies del Domingo de Ramos se han celebrado los cultos dedicados al Señor del Colegio Franciscano. Han intervenido el Coro Paz y Esperanza y el Coro Alboreá. Durante los mismos se presentó la nueva imágen de Simón de Cirene que acompañará al Nazareno villarrense.