sábado, 29 de junio de 2019

VOCACIÓN Y LIBERTAD


Reflexión Homilética  para el Domingo 30 de Junio de 2019. 13 del Tiempo Ordinario, C.

“Eliseo dio la vuelta, cogió la yunta de bueyes y los mató, hizo fuego con los aperos, asó la carne y ofreció de comer a su gente. Luego se levantó, marchó tras Elías y se puso a sus órdenes” (1 Re 19,21). Así se proclama en la primera lectura de la misa de hoy.

Como se ve, Elías busca un sucesor para su misión, y Eliseo acepta la misión que se le confía. Inmediatamente abandona su profesión de agricultor y decide seguir a aquel profeta de fuego. Es interesante ver que no solo deja sus pertenencias sino que las convierte en el objeto de un sacrificio que ofrece a Dios y a sus familiares y amigos.

A este relato de vocación responde adecuadamente el salmo responsorial: “Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré” (Sal 15,8). En este contexto, son muy importantes las palabras que Pablo escribe a los Gálatas: “Hermanos, vuestra vocación es la libertad: no una libertad para que se aproveche el egoísmo; al contrario, sed esclavos unos de otros” (Gál 5,13).

POBREZA Y URGENCIA

De la vocación nos habla también el evangelio de este domingo. Jesús ha tomado ya la decisión de dirigirse a Jerusalén, donde se ha de cumplir su misión. Mientras camina con sus apóstoles, aparecen tres personajes que podrían haber llegado a ser discípulos suyos.

El primero manifiesta su voluntad de seguir al Maestro, pero Jesús le da a conocer que él no tiene donde reclinar la cabeza. Ha de quedar claro que seguir a Jesús no va a ser fácil. El discípulo ha de estar dispuesto a compartir no solo la austeridad, sino también la pobreza de su Maestro.

El segundo es invitado por Jesús, pero le manifiesta el deseo de ir a enterrar a su padre. El texto no dice si acababa de morir o si el hijo deseaba posponer su respuesta a la llamada hasta que su padre hubiera muerto. Jesús le advierte sobre la urgencia de la llamada y la disponibilidad que ha de acompañar al que quiera seguirle.

RADICALIDAD Y SEGUIMIENTO

Seguramente, en las primeras comunidades cristianas era fácil identificar estas posturas y advertencias con algunas personas concretas que, por interés o por comodidad, habían rechazado la llamada del Señor. El relato evangélico centra nuestra atención sobre el diálogo entre un tercer candidato y el mismo Jesús:

“Te seguiré Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia”. En Israel era muy importante el respeto a los padres y la unión con la familia de origen. Este candidato quiere seguir a Jesús, pero no quiere ignorar a su gente.

“El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios”. El profeta Elías había permitido a Eliseo ir a despedirse de su familia. Jesús pide al candidato una mayor radicalidad para seguir con verdad al Mesías.

Señor Jesús, te damos gracias por habernos llamado a seguirte en tu propia misión.   Ayúdanos a escuchar tu voz y comprender que el seguimiento exige una disponibilidad radical y generosa.   Amén.
D. José-Román Flecha Andrés

UNA NOCHE PARA ADORAR A JESÚS A CORAZÓN ABIERTO

Nuestra Parroquia celebraba ayer Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús un acto emotivo y entrañable: Un Adoremus con motivo del Año Jubilar de la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús.
Las puertas de la Calle García Lorca franqueada por la columnas adornadas guirnaldas de lentisco, olivo y espigas se abrieron para cobijar un bello altar con la Imagen del Sagrado Corazón, que se alzaba imponente sobre la peana del Resucitado. A sus pies, la protentosa Custodía de Damián de Castro.
Tras la Santa Misa, comenzo el acto de adoración con momentos emotivos como la introducción de la Sagrada Forma en la Custodia, las ofrendas a través de las lecturas, el silencio y la música.
Destacaron las dos performances realizadas por chavales jóvenes y la participación de todos los Grupos Jóvenes y de Oración de las Hermandades y Cofradias de Villa del Río.
La Parroquia quiere agradecer a cuantas personas lo han hecho posible y a las instituciones que han colaborado en la organización de dicho acto.

domingo, 23 de junio de 2019

ALABADO SEA EL SANTÍSIMO

Hoy hemos celebrado la Solemnidad del Corpus y traemos una pequeña muestra del sentir de este día especial para la comunidad cristiana de Villa del Río. Adjuntamos fotografías del ambiente que se havivido esta mañana y de los altares de las Hermandades y de casas particulares que han adornado el paso del Señor.
 
Altar de la Hermandad de la Franciscana Hermandad de la Humildad


Altar de la Hermandad de la Paz y Esperanza


Altar de la Hermandad de Padre Jesús Nazareno


Altar de la Hermandad de San Isidro Labrador


Altares domiciliarios.

Gracias a todos los que hacéis grande el Día del Corpus Christi

sábado, 22 de junio de 2019

EL PAN Y EL VINO


Reflexión Homilética para el Domingo 23 de Junio de 2019. Solemnidad del Corpus Christi.
  
“Melquisedec, rey de Salem, ofreció pan y vino. Era sacerdote del Dios Altísimo” (Gén 14,18). Este rey no es un israelita. Pertenece a los cananeos que habitaban la tierra a la que llegó Abraham procedente de Ur de los caldeos. Este sacerdote no presenta al  Dios Altísimo un sacrificio de animales, sino una ofrenda de pan y de vino. Por otro lado, bendice a Abraham y este le ofrece el diezmo del botín que ha conseguido en una batalla contra un grupo de reyezuelos.

Es importante observar que el salmo responsorial ensalza al Mesías y lo proclama como “sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec” (Sal 109,4). Por tanto el sacerdocio de Jesús no está vinculado al de Aarón. Tiene una dimensión universal.

LA ALIANZA Y LA ENTREGA

En su primera carta a los Corintios, san Pablo es el primero en transmitir la tradición que  recuerda la noche en la que Jesús pasó a sus discípulos el pan y el vino de la nueva alianza, como signo y sacramento de su vida y de su entrega (1 Cor 11,23-26).  Al celebrar la eucaristía hacemos memoria de aquella entrega y damos gracias por ella.

- “Esto es mi cuerpo que se entrega por vosotros”.  Con el gesto del pan partido y compartido, Jesús expresaba su entrega a sus hermanos. A los que participaban en aquella cena pascual y a los que  seguirían sus pasos a lo largo de los tiempos.

- “Este cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre”. La sangre de los animales sacrificados sellaba las alianzas entre los pueblos y sus proyectos comunes. El vino compartido anticipaba el sacrificio de Jesús y sellaba la alianza de Dios con los hombres.

- “Haced esto en memoria mía”. La muerte del Justo injustamente ajusticiado nos interpela. En la Eucaristía proclamamos que su memoria pervive en nosotros. La presencia de Cristo está viva en medio de su comunidad.

- "Cada vez que coméis de este pan y bebéis de la copa, proclamáis la muerte del Señor, hasta que vuelva”. Vivimos en esperanza. Deseamos que la presencia de Cristo se haga visible en nuestro mundo y en nuestra historia.

ESCUCHAR Y COMPARTIR

El evangelio que se proclama en esta fiesta del cuerpo y de la sangre de Jesucristo nos recuerda el relato de “la multiplicación de los panes y los peces”. Ante la necesidad de la gente y la perplejidad de los discípulos sobresale la decisión de Jesús.

“Dadles vosotros de comer”. Estas palabras de Jesús no son una simple llamada a la generosidad personal de los discípulos de antes o de ahora. Tampoco son una exhortación a tratar de cambiar un sistema económico-social. Son mucho más.

“Dadles vosotros de comer”. Estas palabras son una interpelación y un mandato. Están dirigidas a los discípulos que seguían al Maestro y a los que tratamos de seguirlo en nuestros días. Ponen de manifiesto nuestro egoísmo y nos llaman a la responsabilidad.

“Dadles vosotros de comer”. Estas palabras de Jesús son un grito profético que anuncia un mundo de bienes compartidos y denuncia nuestra insolidaridad. La Eucaristía que celebramos nos exige hacer nuestra la entrega de Jesús. Nos lleva a vivir un amor sincero a los demás. Y a promover una caridad generosa y una justicia eficaz.

Señor, nosotros creemos que en la eucaristía nos has dejado el memorial de tu pasión y la certeza de tu presencia entre nosotros. Queremos permanecer fieles a tu mandato. Y deseamos escuchar tu voz para  compartir con nuestros hermanos el alimento que sacia el hambre y la fe que ilumina el camino. Bendito seas por siempre, Señor. Amén.
D. José-Román Flecha Andrés

sábado, 15 de junio de 2019

GLORIA A LA TRINIDAD


Reflexión Homilética para el Domingo 16 de Junio de 2019. Solemnidad de la Stma. Trinidad.

“El Señor me estableció al principio de sus tareas, al comienzo de sus obras antiquísimas. En un tiempo remotísimo fui formada, antes de comenzar la tierra”. Dios es comunidad eterna y comunicación con el hombre que ha creado por amor. El libro de los Proverbios presenta esa comunicación con la imagen de la Sabiduría que se goza con los hijos de los hombres (Prov 8,22-31). 

La creación del mundo y la lección que las cosas creadas transmiten al ser humano se convierte en admiración e interrogante en el salmo octavo: “Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que has creado, ¿qué es el hombre para que te acuerdes de él, el ser humano para darle poder? (Sal 8,4-5).

La sabiduría de Dios ha sido identificada con su Hijo. Y el amor de Dios ha sido reconocido e invocado como su amor. Así lo recuerda san Pablo a los Romanos: “El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado” (Rom 5,5).

TRES PUNTOS DE UNA REVELACIÓN

El evangelio que se proclama en esta fiesta de la Trinidad santa de Dios nos remite a las palabras de despedida que Jesús dirige a sus discípulos tras la última cena (Jn 16,12-15). Son unas pocas líneas, tan densas como luminosas que nos introducen en el ser de Dios, en la vida de Dios, en la comunicación de Dios. He aquí  tres puntos de esa revelación:

- El Espíritu de la verdad nos guiará hasta la verdad plena. La hondura y el amor de Dios son tan fecundos como inagotables. Nos serán revelados por el Espíritu nos irá ayudando a penetrar tras ese velo mientras vamos haciendo camino. El misterio de Dios es oscuro para quien trata de descubrirlo por sí mismo. Pero es luminoso para quien se deja guiar por el Espíritu.

- El Espíritu glorificará a Jesús. Mientras recorría los caminos de su tierra, Jesús fue ignorado y despreciado hasta ser condenado a muerte por los dirigentes de su pueblo. Pero el Espíritu había de reivindicar su suerte y revelar su gloria. Esa revelación irá marcando el paso de la historia. Sólo gracias al Espíritu acertamos a ver y aceptar a Jesús glorificado.

- Todo lo que tiene el Padre es de Jesús y es anunciado a los hombres por el Espíritu. Conocido por el Padre, solo Jesús lo conocía a su vez. Esa unión y esa intimidad interpersonal entre el Padre y el Hijo nos es revelada siempre y a cada uno de nosotros por la presencia y la acción del Espíritu.

GRATITUD Y ALABANZA

En su carta a Serapión escribía san Atanasio unas palabras que hoy se proponen a nuestra meditación en el “Oficio de Lecturas”: “En la Iglesia se predica un solo Dios, que lo trasciende todo, lo penetra todo y lo invade todo. Lo trasciende todo en cuanto Padre, principio y fuente; lo penetra todo, por su Palabra; lo invade todo en el Espíritu”.

- El Padre lo trasciende todo. Está más alla de nuestras experiencias y aspiraciones. Más allá de lo que podemos conocer y apetecer. A él nos dirigimos por la fe.

- El Hijo lo penetra todo. Es la Palabra que nos revela la majestad y la bondad de Dios. Y nos revela lo que nosotros somos y lo que estamos llamados a ser. Él alienta nuestra esperanza.

- El Espíritu Santo lo invade todo. Conoce lo que somos y lo que necesitamos, lo que despreciamos y lo que valoramos. Él suscita en nosotros la fuerza del amor.

Ante la Trinidad santa de Dios, misterio de luz, de resplandor y de gracia, solo nos atrevemos a pronunciar esta oración de gratitud y alabanza: “Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo”.

                                                                                    D.  José-Román Flecha Andrés

miércoles, 12 de junio de 2019

CELEBRAREMOS CON UN ADOREMUS EL JUBILEO AL SAGRADO CORAZÓN

El próximo viernes, día 28 de Junio de 2019, a las 8'30 de la tarde, en la Calle García Lorca, tendrá lugar un Acto de Adoración que reunirá a todos los miembros de nuestra Parroquia y principalmente a los Grupos Jóvenes y de Oración de las Hermandades y Cofradías. Organiza: Parroquia de la Inmaculada Concepción. Colabora: Ilmo Ayuntamiento.

ELECCIONES HDAD. DE LA HUMILDAD

miércoles, 5 de junio de 2019

LA FIESTA DEL ESPÍRITU


Reflexión homilética para el Domingo 9 de Junio de 2019. Domingo de Pentecostés.

“Cada uno los oímos hablar de las maravillas de Dios en nuestra propia lengua” (Hech 2,11). Así concluye la primera lectura que se proclama hoy en la misa de esta fiesta de Pentecostés. El libro del Génesis nos dice que allá en Babel, el orgullo de los hombres los llevó a confundir sus lenguas.  

La luz y la fuerza del Espíritu de Dios los ayuda a entenderse entre sí. En efecto, el amor que es el primero de los frutos del Espíritu nos ayuda a superar las divisiones. El amor nos hace salir de nuestro individualismo. Gracias al amor podemos llegar a entendernos con nuestros semejantes. 

El salmo responsorial contempla la acción de Dios sobre toda la creación. Y, de paso, subraya la posibilidad de que el ser humano pueda leer en ella los signos de la presencia de Dios.  Así se dirige a Dios el piadoso israelita refiriéndose a los seres vivientes: “Envías tu aliento, y los creas, y repueblas la faz de la tierra” (Sal 103).

San Pablo afirma que nadie puede decir “Jesús es Señor si no es bajo la acción del Espíritu Santo” (1 Cor 12,3). Él es el promotor del entendimiento entre todos los creyentes. A pesar de nuestras diferencias, “todos hemos bebido de un solo Espíritu” (1 Cor 12,13)

EL ESPÍRITU DEL PERDÓN

En esta fiesta de Pentecostés el evangelio nos recuerda una vez más la primera aparición de Jesús Resucitado a sus discípulos (Jn 20,19-23). El Señor se presenta ante ellos con sus llagas. Sus palabras los invitan a extender a todos los hombres el perdón de Dios:

- “Recibid el Espíritu Santo”. Jesús les había dicho que el Espíritu sería para ellos el Abogado y el Consolador. Gracias al Espíritu de la verdad, podrían descubrir la hondura del misterio de Cristo. Tras la muerte y resurrección de Cristo, se cumple aquella promesa.

- “A quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados”. En la noche de la agonía en Getsamaní, los apóstoles habían abandonado a su Maestro. Pero Jesús no se presenta ante ellos para juzgarlos y condenarlos, sino que les confía el ministerio del perdón.

- “A quienes se los retengáis, les quedan retenidos”. El Resucitado confía a sus discípulos la misión de iniciar un discernimiento sobre el mal y el bien, sobre la obstinación en el mal y el arrepentimiento sincero y confiado.

ADMIRACIÓN Y ALEGRÍA

El Espíritu nos ayuda a pasar de la admiración a Jesús al reconocimiento del Cristo. Por eso nos atrevemos a invocar su venida: “Ven, dulce huésped del alma”. Como Abrahán acogió en Mambré a los tres mensajeros celestes, así el Espíritu es acogido por el creyente en la pobre estancia de la tienda en la que vive. Si no damos posada al Espíritu, quedaremos vacíos y turbados.  

- “Descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego”. Todos andamos más cansados y agotados de lo que solemos reconocer.  Pero el Espíritu de Dios da sentido a nuestro trabajo y alegría a nuestro descanso.

- “Gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos”. No es fácil consolar al que sufre.  La indiferencia o el orgullo nos impiden ver el dolor humano con ojos de misericordia.  Solo la luz del Espíritu de amor es manantial de consuelo y de esperanza.

Oh Dios, vuelve tus ojos hacia esta humanidad. Derrama sobre ella los dones de tu Espíritu, para que te descubra y te ame como a Padre y reconozca a Jesús como Salvador y guía de esta vida nuestra que discurre sin descanso y sin frutos. Amén.
                                                               D. José-Román Flecha Andrés

domingo, 2 de junio de 2019

CONVOCATORIA CONFIRMACIÓN

Para todos los que estén interesados, la Parroquia ha abierto el plazo para apuntarse a los grupos que en pcoo tiempo empezarán a fromarse para recibir el Sacramento de la Confirmación.