No queríamos cerrar el Jubileo'25 que han celebrado las Hermandades y Cofradías de Semana Santa de Villa del Río sin agradecer y hacer una breve reflexión de lo vivido antes de iniciar este tiempo de Adviento.
Desde el 24 de Mayo hasta el 23 de Noviembre se han sucedido diez salidas que han llevado la Eucaristía a lugares antes nunca visitados. Quién no lo ha entendido o valorado, habla de procesiones, incluso de manera despectiva, y no se trataba de ello. Han sido traslados organizados para celebrar la Santa Misa en cada uno de los barrios de nuestra localidad. Y es que, esa era la Santa Misión; la de llevar la Esperanza en Cristo a los corazones de los villarrenses.
Con tan sólo que una persona mayor haya salido en su silla de ruedas a ver pasar al Señor o la Virgen, con que una sola persona los haya visto llegar desde su balcón, con que alguien haya vuelto a recibir a Cristo en la comunión, con que los abuelos de la residencia hayan disfrutado del Señor en su casa, con que a alguien le hayan calado las palabras de las homilías, solamente porque alguien se haya santiguado de nuevo o traído a su mente a aquellos que se fueron y haya rezado por ellos, haya ayudado a los que se encuentran solos, o simplemente haya mejorado un poquito su vida... por todo ello, valió la pena esta Santa Misión histórica de las Hermandades.
Quedarán recuerdos imborrables de la Santa Misa del Resucitado en la preciosa plaza de la Cruz de los Mocitos adornada con mantones de colores, la Plaza de España rebosante para recibir a Santa Mª Magdalena, las véngalas y la estampa de Jesús Nazareno bajo el inmenso árbol en la Eucaristía, a los Dolores y los Estudiantes en los jardines de la casa de Pedro Bueno o por la barriada Oleum, la elegancia del abrazo de San Juan y la Virgen del Amor caminando por las calles, la Oración en el Huerto por la barriada de Cabrera con balcones decorados con sábanas blancas y ramos de olivo, la multitud que celebró la Santa Misa y acompañó al Santo Entierro al Cementerio, la estampa de la Soledad en las puertas del Colegio Poeta Molleja o bajando por la engalanada calle Estrella, la Hermandad de la Paz y Esperanza recorriendo las conocidas "casas chicas" y los bloques Mopu y la Franciscana Hermandad de la Humildad en la residencia de ancianos, transitando las calles con alfombras de serrín de colores o la Misa Góspel.
La Agrupación quiere agradecer a todas y cada una de las Hermandades el esfuerzo humano y económico realizado. En un año han sufragado dos salidas con el acompañamiento musical que cada una de ellas ha estimado conveniente. Gracias por su saber hacer y seriedad. Gracias a los miembros de las Juntas de Gobierno y cofrades que han colaborado aun cuando no les correspondía su salida en el montaje y desmontaje de los enseres y mobiliario necesario para la Eucaristía. Gracias a los capataces, a las cuadrillas de portadores y costaleros; especialmente a Conchi Polo y Sacramento Tello.
Gracias a nuestro Administrador Parroquial, Rvdo. Jeremías Abumwami y a D. Manuel Tirado, nuestro Párroco, por su cercanía y por su implicación en esta Santa Misión.
GRACIAS A TODO EL PUEBLO DE VILLA DEL RÍO, vecinos y personas que han demostrado su cariño a través de la decoración, la participación y la entrega en unos días históricos y espirituales para nuestras hermandades.
La Agrupación de HH.CC. quiere manifestar su más sincero agradecimiento a las bandas y agrupaciones que han participado, a Protección Civil, a la Policía Local y al Ilmo. Ayuntamiento de Villa del Río.
Que sigamos siendo "Peregrinos de Esperanza" en este tiempo de Adviento que comienza y que sean muchos los frutos de estas Misiones realizadas con el mayor cariño del mundo por nuestras Cofradías.




























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