viernes, 26 de julio de 2013

¡SE PARÓ EL RELOJ EN LA ESTACIÓN!

Proyectos rotos, vidas paralizadas, ilusiones perdidas, sueños sin realizar... Sufrimiento de familiares, sentimientos encontrados, dolor extremo...
Silencios cortados por las llamadas de auxilio, voluntarios que lo ofrecen todo para ayudar a pesar de la gran impotencia, despliegue de ambulancias y personal sanitario, asombro de periodistas...
El tren se salió de la vía y el reloj se paró... 
Consternación, silencio que envuelve a un país, y al mundo entero, ante la catástrofe incomprensible que rompe el mañana y se paraliza en el presente.
El tren que recoge pasajeros a lo largo del recorrido sin llegar felizmente a su destino.
Despliegue de imágenes y videos en los que se encoge el corazón.
Lista de nombres de los fallecidos, gritos de dolor...
¡Se paró el reloj en la estación!
El presente se impone al futuro y, desde la fe que profesamos, nos unimos en oración por las víctimas de este terrible accidente.

Acoge, Dios nuestro, a los fallecidos, cuida a los heridos y da calor a las familias.

¡Unidos en oración!

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